Una vez más, Nicolás Maduro usurpó el papel del Consejo Nacional Electoral y dejó en evidencia la dictadura que encabeza. En esta oportunidad aseveró que los partidos de oposición que no hayan participado en elecciones municipales tendrán prohibido presentarse en las presidenciales.
Las presidenciales están previstas para fines de 2018, pero según opositores y analistas podrían ser adelantadas al primer trimestre pues Maduro querría aprovechar la división de sus adversarios.
“Los demás partidos, Voluntad Popular (VP) y Primero Justicia (PJ) han desaparecido del mapa político venezolano y hoy desaparecen totalmente porque partido que no haya participado hoy y haya llamado al boicot de las elecciones no puede participar más”, afirmó Maduro.
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El mandatario se refirió a la decisión de la coalición opositora representada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de no participar en los comicios municipales tras el fraude emprendido tanto por el Ejecutivo como por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en las elecciones regionales del 15 de diciembre, las cuales estuvieron enmarcadas en numerosas irregularidades y ventajismo chavista.
Para Maduro los partidos Voluntad Popular (VP), Primero Justicia (PJ) y Acción Democrática (AD)—los tres más grandes partidos de oposición— perdieron el derecho a acudir a unos próximos comicios.
Además señaló que la ilegítima y chavista Asamblea Nacional Constituyente (ANC) decidió que los partidos que llamaran al boicot de las municipales no participarían en los siguientes comicios y él, como jefe de Estado, apoya este mandato.
Sin embargo, la ANC es un organismo írrito y todas y cada una de sus acciones son ilícitas; esto, luego de que fuera instaurada en contra de los establecido en la Constitución venezolana y el pueblo no fuera consultado.
El artículo 347 de la Constitución establece que una ANC es para refundar el Estado, y crear un nuevo ordenamiento jurídico una vez emita una nueva Constitución; pero el chavismo encabezado por Nicolás Maduro la incumple con una Constituyente que ha emitido órdenes y mandatos sin ningún tipo de legitimidad.
Por lo pronto se queda a la espera de qué hará la oposición venezolana con esta nueva amenaza de Maduro, ya que tanto el chavismo como la MUD iniciaron un diálogo en República Dominicana donde la principal exigencia de la MUD es que existan condiciones electorales libres y justas.
Sin embargo, el diálogo político se ha convertido en un “círculo vicioso” en el que el régimen de Nicolás Maduro condicionó la democracia al cese de las sanciones internacionales contra funcionarios del chavismo.
El ministro de Comunicación y también vocero del oficialismo en las negociaciones, Jorge Rodríguez, dijo que no habrá elecciones en Venezuela si Estados Unidos no levanta las sanciones impuestas.
Las elecciones, que están establecidas en la Constitución venezolana, y que deben efectuarse en 2018 “contra viento y marea”, ahora están condicionadas por el régimen; no solo porque pretende deshacerse de los principales partidos de oposición, sino también porque exige el cese de sanciones, situación que una vez más deja en evidencia, no solo que en Venezuela hay dictadura sino demuestra, otra vez, que el Consejo Nacional Electoral (CNE) depende de las órdenes del oficialismo.
Un régimen con “todas las de ganar”
Pareciera que la oposición venezolana se encuentra atrapada en un túnel sin salida, tras las recientes amenazas por parte del chavismo. Si la MUD no participa en los comicios presidenciales y además el Ejecutivo emprende todas y cada una de sus trampas electorales, la disidencia quedará una vez más desamparada y el chavismo podrá hacerse de la Presidencia de Venezuela.
Por ahora el diálogo en República Dominicana está estancado, la oposición exigió la apertura de un canal humanitario y el régimen se negó; también exigió el cambio de autoridades del CNE, pero también fue negado. Maduro dijo que no estaba dispuesto a permitir que se cambie el Consejo Nacional Electoral.
Prácticamente las esperanzas de una salida democrática en Venezuela quedan en manos del gran aporte que pueda dar la comunidad internacional presionando aún más a Maduro y sus funcionarios; evidentemente las sanciones internacionales son lo único que realmente ha incomodado a la dictadura.
Maduro y funcionarios del chavismo habían hecho hasta lo imposible para hacer ver que dichas sanciones por parte de Estados Unidos, Canadá y ahora la Unión Europea no les afectaban, pero es evidente que las medidas internacionales están logrando frutos y que de alguna manera sirven para presionar al régimen.
Estos gobiernos han dejado claro que las sanciones solo se levantarán, si es el caso, cuando se restablezca el Estado de derecho y la democracia constitucional.
La comunidad internacional tiene la opción de continuar presionando al régimen de Nicolás Maduro al observar que las sanciones tienen efecto y que podrían lograr un cambio en Venezuela, pues se han convertido en un modo de “ahogar” al chavismo embargando bienes en el exterior y eliminando sus visas.