¿En qué otro país del mundo se necesitan dos decenas sueldos para poder comer? Se acerca la época navideña y al menos en Venezuela habrá poco o nada que celeberar. Es que para el mes de diciembre los venezolanos necesitarán al menos 20 salarios mínimos integrales para cubrir su canasta alimentaria.
Mientras la crisis política se profundiza, la situación humanitaria empeora cada vez más, pues no solo hay que lograr 20 salarios intergrales para comprar comida, también hay que buscar el modo de cubrir el resto de las necesidades básicas.
Óscar Meza, presidente del Centro de Documentación y Análisis de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas), advirtió que de acuerdo con el Banco Mundial, en el país se tendrían 0,21 centavos por dólar de ingreso per cápita; y estimó que la canasta alimentaria, que consta de 58 productos, “perfectamente puede ubicarse entre 5 y 6 millones de bolívares” (US$ 150) mensuales.
Venezuela cuenta con la mayor inflación del mundo, la cual podría cerrar este año en 1.400 % según estimaciones de la firma Ecoanalítica. Además, el país tiene el salario más bajo de la región: un venezolano recibe USD $2,20 mensuales como sueldo mínimo, mientras los precios de los productos y alimentos básicos se encuentran en bolívares, pero calculados al dólar negro.
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La realidad es que solo en septiembre una familia, para comer completo, debía ganar cada día el equivalente a un salario mínimo mensual; y eso, en Venezuela es imposible. En diciembre el gasto en comida puede llegar a ser de 150 dólares en un país donde el ingreso mensual es de USD #2 dólares.
María Carolina Uzcátegui, presidenta del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), aseveró que más del 90 % de los ingresos en Venezuela se destinan para comprar comida; sin embargo, es insuficiente para cumplir con una buena alimentación.
En el país gobernado por Nicolás Maduro hay un desfase prácticamente inexplicable. El costo de un huevo en Venezuela puede ser hasta 42 veces el llenado de un tanque de gasolina de un vehículo.
1 huevo en Venezuela compra 42 tanques de gasolina de 91 octanos o 7 tanques de 95 octanos.
Una locura.— Luis Oliveros (@luisoliveros13) November 1, 2017
Hay que preguntarse cómo hace un padre de familia para mantener a sus hijos bien alimentados, cómo les paga los estudios y además los gastos en salud. Y es que ya para nadie es un secreto que una gran cantidad de venezolanos, desesperados ante la situación, deciden hurgar en la basura para poder alimentarse; pero la realidad es que los más afectados son los niños.
La organización humanitaria de la Iglesia Católica, Caritas, prevé que alrededor de 300.000 niños corren el riesgo de morir por desnutrición en Venezuela. “La desnutrición infantil grave ha llegado al 15 % en el mes de agosto pasado, por lo que declaramos la emergencia humanitaria. Y el 33 % de la población infantil ya presenta retardo en el crecimiento. Este daño tanto físico como mental les acompañará toda su vida. Es irreversible ya. Están condenados a ser retardados”, dijo Susana Rafalli, representante de la ONG.
Un reportaje publicado por el diario El Nacional revela que la crisis social podría estar fomentando el aumento de situaciones de maltrato doméstico infantil que, en casos extremos, pueden hasta llevar a la muerte.
Tal es el caso de David Gómez, un infante de apenas dos años de edad, quien fue asesinado por su padrastro con la complicidad de su madre, ya que “no tenían con quién dejarlo si se mudaban a Panamá“.
Pero esto no es todo, la crisis en el país ha obligado a los venezolanos a buscar diversos modos de obtener dinero o comida al día, un ejemplo de ella es la prostitución infantil.
En un reportaje realizado por el reportero Daniel Garrido para Telemundo, se muestra a una niña que reside en La Guaira, estado Vargas, quien incursionó en la prostitución con apenas 13 años de edad. La pequeña contó ante la cámara las acciones que debe realizar en un día para obtener dinero y llevarse un bocado de comida a la boca.
LA DURA REALIDAD DE VENEZUELA | Reportaje Especial: Niñas se prostituyen por comida en La Guaira, Venezuela.
Reportero: Daniel Garrido pic.twitter.com/8nqQvJzIYC— AlbertoRodNews (@AlbertoRodNews) October 31, 2017
Otro caso que se conoció es el de un niño venezolano que ante la crisis decidió salir a la calle a vender sus dibujos para poder alimentarse.
El pequeño acude diariamente a una estación de Metro en Caracas para vender los dibujos que realiza, acude esperanzado en obtener dinero suficiente para ayudar a su madre a comprar los alimentos del día.
El régimen de Nicolás Maduro se enorgullece en afirmar que la economía es supuestamente sólida porque aumenta el salario hasta cuatro veces al año, pero no admite que dicho “aumento” se da en el marco de una economía con la mayor inflación del mundo y con los salarios más bajos de la región.
El economista venezolano Boris Ackerman le dijo al PanAm Post que al no existir un aumento de la productividad los aumentos serán imperceptibles. “No hay bienes que comprar, hay más dinero en la calle y todo aumenta (…) en Venezuela necesitas mucho para comprar poco”, aseguró.
“Es la caída libre de la economía, creas demanda sobre una producción inexistente sobre una economía que está desarticulada (…) Es como tratar de apagar un incendio con gasolina”, señaló.
A esta situación se suma el millonario pago de la deuda externa que mantiene el régimen. La deuda total de Venezuela es cercana a los USD $150.000 millones, según estimaciones del economista José Guerra, presidente de la Comisión de Finanzas del Parlamento.
Mientras se paga la deuda externa religiosamente, no hay comida, ni medicinas, faltan materias primas y repuestos pic.twitter.com/qS87c8Ns6G
— Jose Guerra (@JoseAGuerra) October 31, 2017
Mientras Nicolás Maduro hace hasta lo imposible para mantenerse solvente en el exterior, en el país suramericano la producción de productos básicos cada día es menor, pues las empresas no reciben las divisas suficientes para fabricar los alimentos y medicamentos necesarios para cubrir la demanda nacional.
Carlos Larrazabal, presidente de la patronal Fedecámaras, advirtió que el Gobierno lleva más de mes y medio sin adjudicar divisas a través del sistema de subastas del Banco Central de Venezuela (BCV).
“No hay importación de productos a una tasa de cambio legal y la tasa de cambio que no se puede nombrar —el dólar negro o paralelo— va por el espacio celestial, creciendo y afectando a toda la economía”, afirmó Larrazabal.
Mientras los venezolanos se encuentran sumidos en la crisis, Nicolás Maduro decide estar solvente con su deuda externa, conlo que condena al país suramericano a sufrir una mayor escasez de alimentos y medicamentos.