
Este viernes 27 de octubre era un día clave para las finanzas venezolanas debido a que el régimen de Nicolás Maduro debía desembolsar USD $842 millones en bonos. Si los pagaba, el país suramericano estaría condenado a sufrir una mayor escasez de alimentos y medicamentos, si no, lo hacía, caería en default.
La petrolera estatal venezolana PDVSA anunció la ejeución del pago y ahora la población se verá sumida en una crisis aún más profunda, pues ahora el régimen recortará los gastos para saldar las necesidades básicas.
PDVSA informó que transfirió los fondos. Afirmó que pagó USD $842 millones en bonos que vencen por completo en 2020, pero que debía pagar los días 12 y 13 de octubre y que entraron en “período de gracia”.
Para Bloomberg, un incumplimiento para PDVSA habría sido “desastroso” en un momento en que el acceso al crédito ya había sido severamente restringido.
Nicolás Maduro ha insistido en que seguirá respetando sus obligaciones internacionales, incluso cuando las importaciones disminuyan para ahorrar dinero en efectivo para pagos de la deuda.
🇻🇪🛢(1/6) PDVSA informa que ya se iniciaron las transferencias bancarias correspondientes al pago principal del Bono PDVSA 2020
— PDVSA (@PDVSA) October 27, 2017
La prioridad de Maduro es mantenerse solvente en el exterior, pero provocará que la escasez de bienes empeore en una nación que ya sufre una profunda recesión e hiperinflación.
PDVSA “confirma su total solvencia y capacidad para cumplir sus compromisos, a pesar de la guerra económica y la imposición de sanciones injustificadas por parte de Donald Trump“, dijo la petrolera en su comunicado.
Economistas como Ricardo Hausmann han hecho un llamado al Gobierno a que no pague la deuda y utilice los recursos para importar alimentos y medicinas; de ser asíl, los inversionistas tomarían control de Citgo y, posiblemente, de todos los cargueros petroleros venezolanos.
La deuda externa total de Venezuela es cercana a los USD $150.000 millones, según estimaciones del economista José Guerra, presidente de la Comisión de Finanzas del Parlamento. Según el especialista, el cumplimiento de estos compromisos financieros “deja impagada la deuda social con un pueblo hoy muerto de hambre, azotado por las enfermedades y sin esperanzas”.
Bent Lystbaek, quien supervisa USD $3.400 millones en deuda de mercados emergentes en Danske Capital, dijo a Bloomberg que Maduro retrasará el default tanto tiempo como sea posible; lo que significa que no le importaría reducir las importaciones y mantener con hambre a los venezolanos con tal de no incumplir con los compromisos de pago en el extranjero.
En el país suramericano la producción de productos básicos cada día es menor, pues las empresas no reciben las divisas suficientes para fabricar los alimentos y medicamentos necesarios para cubrir la demanda nacional.
Carlos Larrazabal, presidente de la patronal Fedecámaras, advirtió que el Gobierno lleva más de mes y medio sin adjudicar divisas a través del sistema de subastas del Banco Central de Venezuela (BCV). “No hay importación de productos a una tasa de cambio legal y la tasa de cambio que no se puede nombrar —el dólar negro o paralelo— va por el espacio celestial, creciendo y afectando a toda la economía”, afirmó Larrazabal.
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El portal digital estadounidense The World Weekly (TWW) reveló que Nicolás Maduro se mantiene en el poder hipotecando a Venezuela a un costo irreversible. De acuerdo con TWW, la magnitud de lo que ha hecho el mandatario con las arcas del país suramericano va “más allá de la imaginación”.
“Caracas y PDVSA deben devolver alrededor de US$ 13 mil millones para fines del próximo año, sin embargo, sus reservas internacionales de divisas se han hundido a menos de US$ 10 mil millones”, señala el portal digital.
Un incumplimiento de pago en todas estas deudas podría llevar a los acreedores a apoderarse del dinero de la estatal petrolera PDVSA a través de los tribunales. Si eso sucediera, Venezuela perdería su único sustento económico.
Fuentes: Bloomberg, Diario Las Amércias.