El terremoto del pasado 19 de septiembre en México podría costarle a ese país hasta el 1 % del Producto Interno Producto (PIB), de acuerdo con una estimación del Servicio Geológico de Estados Unidos. El impacto preliminar de los daños estima que los costos estén entre los USD $1.000 y $10.000 millones.
Jaime Reusche, analista soberano para América Latina y México de Moody’s, informó que a pesar del terremoto, se mantiene un pronóstico de crecimiento del 2,1 % para este año y del 2,5 % para el próximo.
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“Se trata de una aproximación muy preliminar (…) no se ve como un daño mayor que pueda afectar el desempeño de la actividad económica de este año”, planteó Reusche.
El perfil crediticio de #Mexico es más robusto ante todo tipo de choques, dijo un analista de Moody's pic.twitter.com/tPVV1chaX5
— Moody's Latin America (@MoodysLatAm) September 21, 2017
También hizo énfasis en que la estructura de las finanzas públicas de México es sólida y el costo fiscal que puede arrojar el sismo puede ser solventado con los recursos que tienen en el Fondo Nacional de Desastres y el seguro adquirido por la Ciudad de México.
Por otra parte, el analista explicó que las elecciones de junio próximo y el periodo de transición serán determinantes para el futuro macroeconómico del país.
Citibanamex también ofreció su pronóstico tras el sismo que destruyó cientos de infraestructuras en el país norteamericano. Consideró que el impacto del sismo será relativamente moderado.
“Probablemente restará al Producto Interno Bruto (PIB) del tercer trimestre entre 0,3 y 0,4 % de la estimación original de 2,0 %”.
La entidad financiera calcula una reducción del 0,35 % en su estimación del crecimiento del PIB, que originalmente estimaba en 2,0 % para el tercer trimestre del 2017, lo que, a su vez, se traduciría en una reducción del 0,1 % en su estimación del crecimiento anual del PIB.
“Insistimos en que esta es una estimación conservadora, ya que esperamos un repunte de la actividad económica al final del tercer trimestre y durante el cuarto trimestre, lo que ayudaría a contrarrestar este impacto”.
Fuentes: El Economista, El Universal.