Sabes cuánto daño ha hecho la Revolución chavista y la represión de Nicolás Maduro, que los actos de graduación en los colegios del país se llenan de luto y minutos de silencio.
Sabes cuánto daño ha hecho la dictadura en Venezuela, cuando jóvenes con sueños propios relatan en sus discursos que se irán del país con la esperanza de volver a hacer vida en la tierra que los vio nacer.
Fue el pasado sábado 15 de julio cuando acudí al tan esperado acto de graduación de mi hermana; allí aprendí que la dictadura, la represión y la crisis han acabado con la preciada juventud y convirtieron un día que se esperaba lleno de alegría; en una jornada de sentimientos encontrados, despedidas y luto.
Allí aprendí que la “Revolución Bonita” obligó a los estudiantes venezolanos a madurar antes de tiempo. Enseñó a los jóvenes que nacieron con la llegada de Hugo Chávez al poder, a repudiar el famoso “Socialismo del Siglo XXI”.
Vanessa Fasanella (16 años) fue la responsable de ofrecer el discurso que dejó huella en los centenares de venezolanos que estábamos allí presentes; me comprometí a difundirlo porque bien vale la pena.
“Sea cual sea tu destino, trabaja y deja en alto el nombre del país que te vio crecer, porque ciertamente nacimos en el mejor lugar del mundo en su peor momento”: esta es la frase que nos “movió el piso”.
Y es que los jóvenes venezolanos saben y sienten que el destino ya no está en su tierra; que para emprender y trabajar como lo merecen es necesario emigrar con la esperanza de algún día volver.
Así es, Venezuela está en su peor momento: con los salarios más bajos de la Región, la inflación más alta del mundo, los niveles de escasez por las nubes y las ciudades más inseguras del planeta.
“Pero el día de hoy vengo a decirles que es lo que menos deben hacer, porque si de algo ha servido esta situación, es para crear ciudadanos de fuerza y valentía. El verdadero valor del ser humano se descubre cuando se mide ante un obstáculo”, relata el maravilloso discurso con el que más de uno (incluyéndome) rompió en llanto.
Fue luego cuando la “cruda” realidad desbordó el salón y la celebración por una etapa culminada se convirtió en luto, en silencio y en tristeza acumulada. Vanessa recordó a los más de 90 venezolanos que fueron asesinados por el régimen de Nicolás Maduro. El auditorio honró a los caídos tras la represión.
“Siéntete orgulloso, lo mereces, celebra en todo momento este gran logro, pero más que eso, conmemora y honra a todos aquellos jóvenes que por luchar por una Venezuela mejor nunca lo podrán disfrutar. Y permítanme en este momento pasar una lista de aquellas personas que deberían estar graduándose como nosotros y se encuentran ausentes:
Lander, Neomar, 17 años.
Gonzales, Rubén, 17 años.
Cañizales, Armando, 18 Años.
Algunos graduados, otros por graduar”.
Qué duro momento, qué difícil entender que la dictadura en Venezuela ha acabado con los sueños, las ilusiones y hasta con los protocolos de los actos de graduación; pero qué orgullo sentir y saber que esos jóvenes son el futuro de un país que está en ruinas.
“Hay una Venezuela posible, hay una Venezuela esperando por nosotros, hay una Venezuela que nos llama a ser activos, y Venezuela no te vamos a fallar (…) siempre vuelve a los viejos sitios donde amó la vida”; concluye.
Como venezolana y como periodista le pido al mundo le abra las puertas a los jóvenes que llenan sus maletas de sueños y abandonan su tierra en busca de un futuro que Nicolás Maduro y su socialismo les arrebató.
Como dice Vanessa, cuando regresen, “Venezuela los recibirá con sus brazos abiertos en el futuro”.
Aquí el discurso completo: