
Estados Unidos aprobó la solicitud de asilo político de Edgar Vaca, excomandante de la Policía Nacional de Ecuador que está acusado de crímenes de lesa humanidad, pero que se considera perseguido político del gobierno de Rafael Correa.
El abogado de Vaca, Marcelo Dueñas, informó que un juez estadounidense le concedió protección en calidad de asilado, sin embargo, esta decisión se mantendrá si la Fiscalía de EE. UU. no apela la decisión.
Un juez consideró que el oficial retirado de Policía es un perseguido por el Gobierno ecuatoriano.
La Fiscalía ecuatoriana involucra a Vaca y a otros oficiales en el caso. Tanto Vaca como Javier Jarrín son acusados de la tortura, violencia sexual y desaparición forzada de Susana Cajas.
En uno de los párrafos, traducidos al español, el juez de Inmigración, Alberto J. Riefkohl, concluye que el acusado “no ha sido considerado como una persona que ha ejercido persecución” alguna.
Afirma la inexistencia de evidencias de peso, por ejemplo declaraciones de las supuestas víctimas, “las connotaciones políticas de los cargos expuestos al acusado y la credibilidad del testimonio del acusado, negando cualquiera de estas acusaciones, prueban de manera irrefutable que el acusado no ha sido considerado como una persona que ha ejercido persecución”.
En uno de los párrafos traducidos, la Corte de Inmigración dice que “el acusado ha establecido que el peligro que él teme estaría en manos del Gobierno de Ecuador”.
Agrega que la Comisión de la Verdad y el Fiscal General del Ecuador son parte integrante del Gobierno y “son los responsables de dicha persecución”.
Fuentes: La República; La Hora