De acuerdo con un estudio anual elaborado por el reconocido economista internacional Steve Hanke, de la Universidad John Hopkins, el país suramericano tiene las peores condiciones económicas para vivir en todo el mundo.
Según la Real Academia Española la palabra miserable significa: extremadamente pobre, infeliz, digno de compasión y lamentable. Así, con ese término, califica Hanke la economía del país gobernado por Nicolás Maduro.
Según el informe de Hanke, “Venezuela ocupa la vergonzosa mancha de ser el país más miserable de 2016, como lo fue en 2015. El colapso del corrupto Estado socialista petrolero ha sido muy bien documentado en 2016″.
El índice publicado este martes 17 de enero, está compuesto por la suma de los indicadores de desempleo, inflación, tasas de interés activas, menos el porcentaje de cambio en el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita.
Venezuela se ha mantenido entre los primeros puestos desde hace algo más de una década, pero se distanció marcadamente este año del resto de países dado su ingreso formal a una espiral inflacionaria.
El indicador asigna a Venezuela 573 puntos, muy lejos del segundo país de América Latina, Argentina, que tiene 83 puntos, y de Brasil, tercero con 75.
El informe resalta que el problema central de los tres países latinoamericanos son la corrupción y la aplicación de políticas socialistas de “poca disciplina fiscal”.
Colombia, por su parte, ocupa el lugar 10 entre los 59 países analizados, con un índice de miseria de 28 puntos.
Explica Hanke que tanto en los casos de Venezuela como en Argentina, el principal factor que contribuye a este lugar en el podio es la inflación, es decir, la escalada de los precios al consumidor. En el caso de Brasil, el mayor impacto viene por las tasas de interés (que son las más alta del mundo, en torno a 450 % anual para consumo en tarjetas de crédito) y en el caso de España, que está en el lugar 17 del índice, con 19 puntos, es el desempleo (en torno a 16 %) el principal factor generador de miseria.
Con fines comparativos y de consistencia en la data, sólo han sido incluidos los países sobre los que están disponibles los mismos cuatro indicadores de desempeño medidos por The Economist.
Fuentes: El Estímulo; El Nuevo Herald