Más de 60 personas fallecieron en un “sangriento” motín en una cárcel al norte de Brasil tras un enfrentamiento entre dos grupos criminales.
En el Complejo Penitenciario Anísio Jobim (Compaj) en la ciudad de Manaos en el estado Amazonas, este domingo 1 de enero sucedió un motín que según fuentes extraoficiales dejó más de 60 muertos.
Epitácio Almeida, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Orden de los Abogados de Brasil (OAB) en Amazonía, coordinó las negociaciones con los presos y trabajó por la liberación de los rehenes, que finalmente fueron soltados cuando se dio por concluida la sublevación.
“Infelizmente estamos delante de la mayor y más horrible masacre” de las cárceles de Brasil, aseguró Almeida.
Las muertes se produjeron tras un enfrentamiento entre miembros del Primer Comando de la Capital (PCC), oriundo de Sao Paulo, y miembros de la Familia do Norte (FDN), que dominan las cárceles del estado de Amazonas y que además es aliado del poderoso Comando Vermelho (CV), una mafia con base en Río de Janeiro.
El secretario de Seguridad Pública de Amazonas, Sergio Fontes, señaló en rueda de prensa que podría tratarse de un enfrentamiento de un grupo mayor contra otro menor para “eliminar la competencia”.
Durante el motín varios cuerpos fueron decapitados, quemados y mutilados, según informó la OAB.
Decenas de personas han acudido a la puerta de la prisión para conseguir información de sus familiares presos. Una mujer, que ha pedido no ser identificada, busca a su marido desde primera hora.
“Yo estaba allí por la tarde en la horas de visitas. Estábamos allí cuando oímos el ruido de los disparos, muchos disparos. Nos fuimos y no vimos nada. Vine a saber qué ha pasado, pero nadie dice nada”, reveló angustiada.