La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) afirma en un informe que los ingresos cayeron este año y continuarán a la baja el año próximo; también hizo especial mención a la billonaria deuda que tiene Venezuela con las aerolíneas.
IATA pronostica para el próximo año unos ingresos de USD$ 736.000 millones y un margen de beneficio neto del 4,1 %.
El consejero delegado de la IATA, Alexandre de Juniac, señaló que en 2017 “las condiciones serán más difíciles” con la subida de los precios del petróleo, pero el “aterrizaje será muy suave” y la industria se moverá de manera segura en un territorio rentable.
De acuerdo con el panorama en América Latina la asociación indicó que Venezuela “sigue bloqueando” la repatriación de cerca de USD$ 3,8 millardos de fondos de la industria contra las obligaciones internacionales.
“Lamentablemente el Gobierno sigue tomando decisiones malas”, al cobrar ahora “todas las tasas en dólares estadounidenses”, cuando los operadores internacionales no pueden sacar su dinero del país.
Dijo además que Venezuela es uno de los países “más caros” en términos de tasas de aterrizaje y aeroportuarios, como lo es Brasil con respecto al elevado coste asociado al combustible, que supone un tercio de los costes operativos.
Sin embargo, IATA prevé que la situación en el país suramericano mejorará “Las aerolíneas latinoamericanas han afrontado un entorno duro, con mercados domésticos y de divisas débiles, pero ello comienza a revertirse y alguna mejora habrá en 2017″, afirmó.
El transporte aéreo en América Latina genera 5,4 millones de empleos y contribuye con USD$ 176 millardos al PIB, y la región cuenta con un fuerte grupo de aerolíneas que compiten con sus rivales de Estados Unidos, Europa y el golfo. Demanda la cancelación de la deuda.
Por otra parte,el informe asegura que la mayoría de los países, con excepción de Panamá y Chile, no han creado las condiciones para que prospere el transporte aéreo, según IATA, debido a regulaciones onerosas que no están en sintonía con los estándares globales, a unas tasas excesivas y a unos cargos y unas políticas de combustible que no favorece a la industria.
“Todo ello significa que hacer negocio en América Latina es muy difícil y a menudo más caro que en otras regiones”, sostiene la asociación, que opina que los gobiernos deben seguir las mejores prácticas y ver a la aviación como “el gran motor económico que es y no solo como un objetivo fácil para recaudar impuestos”.
Fuentes: El Nuevo Diario; Télam