El sector turismo en Venezuela ahora podrá cobrar en dólares servicios internacionales públicos y privados; así lo anunció Nicolás Maduro este lunes 28 de noviembre.
Se trata de un nuevo convenio cambiario en el marco de la escasez de divisas que enfrenta Venezuela y de una flexibilización de controles en el país, pues hasta ahora el uso y recepción de dólares estaba en manos solo del Gobierno.
Cabe destacar también que el turismo es el modo más rápido para que el Estado reciba divisas de manera instantánea; pues los precios del petróleo están en su peor momento, y los exportadores en el país deben enfrentar una serie de trabas para poder producir.
“Esta medida excepcional dará la posibilidad de retener el 60 % de las divisas captadas por el turismo internacional y entregar al Estado a través del BCV el 40 % restante”, dijo.
Maduro indicó que en las tiendas libres de impuesto (Duty free shops), ubicadas específicamente en los aeropuertos internacionales, deberán cobrar y emitir sus facturas en dólares.
“Todas estas tiendas deben cobrar sus mercancías en dólares y pagarle al Estado chi-chin sus impuestos […] Este convenio es de cumplimento obligatorio”, remarcó.
Maduro también firmó un convenio con la empresa Marriot, la cual ahora gerenciará algunos hoteles estatales Venetur. Dijo que este convenio permitirá la operación y comercialización de los hoteles.
Este convenio cambiario estuvo en marcha y a modo de prueba desde el mes de septiembre en la isla de Margarita.
En varios puntos de la entidad y solo a través de la banca pública, los turistas podían hacer pagos en divisas para adquirir bienes.
El mandatario anunció estas variaciones luego de volver a hacer referencia a una supuesta “guerra económica” desde Estados Unidos.
El pasado mes de septiembre el régimen había flexibilizado por poco el control de cambio para los exportadores privados, así como también para prestadores de servicios turísticos.
Los exportadores ahora descuentan del porcentaje de divisas que deben vender al Estado, el monto que destinen a la compra de materias primas con el fin de reactivar sus alicaídas operaciones.