Con un pasaporte diplomático emitido en Caracas en 2009, “Hamudi” viajó en tres oportunidades a Europa; un ciudadano que nunca ejerció labores en algún trabajo formal en Venezuela.
Se trató de Mohamad Khalil Abdul Razzak Yánez, conocido como “Hamudi” y socio de Efraín Antonio Campos Flores y a Franqui Flores de Freitas; acusados de conspirar para traficar 800 kilos de cocaína provenientes de las FARC hacia Estados Unidos.
“Hamudi” era dirigente del oficial Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y era coordinador de la Unidad Bolívar- Chávez (UBCh) en San Antonio de los Altos, estado Miranda.
Nació el 29 de mayo de 1979 y murió el 20 de octubre de 2015 de un disparo en la cabeza; según un informe de inteligencia, sicarios lo mataron.
Según los testimonios de los sobrinos de la primera dama de Venezuela, Cilia Flores; “Hamudi” fue uno de los facilitadores de Campos Flores y Flores de Freitas para conseguir la droga a traficar.
Las investigaciones indican que “Hamudi” desempeñó un papel especial en las campañas presidenciales de 2012 y 2013. Obtuvo un pasaporte diplomático identificado con el serial #00530282 en 2009.
Abdul Razzak Yánez no tenía ningún trabajo formal, nunca cotizó en el Seguro Social; sin embargo, manejaba grandes cantidades de dinero que le permitían adquirir vehículos lujosos, yates y motos acuáticas.
De acuerdo con un artículo publicado por el diario venezolano El Nacional Efraín Antonio Campos Flores mintió a los agentes de la DEA sobre “Hamudi”, pues había asegurado que no conocía el nombre real de su socio.
Los sobrinos de Cilia fueron calificados en la corte como importantes narcotraficantes. “Ellos indicaron que tenían el manejo del principal aeropuerto en Caracas y que podrían fácilmente despachar aviones con drogas desde la rampa presidencial”, dijo un agente.
En noviembre de 2015 fueron imputados en Estados Unidos los sobrinos de la primera dama de Venezuela, Cilia Flores, luego de que el martes 10 de noviembre funcionarios de la Administración para el Control de Drogas Estadounidense (DEA) los capturaran en flagrancia con cinco kilogramos o más de cocaína.
La corte del Distrito Sur de Nueva York los imputó por la presunta comisión de los delitos de “asociación para delinquir, conspiración, y complicidad para violar la ley de narcóticos de Estados Unidos”. La pena máxima a la que podrían enfrentarse ambos jóvenes es de cadena perpetua.
Fuente: El Nacional