
La Unión Europea propuso a Bolivia financiar un estudio para establecer la cantidad de hojas de coca necesarias para producir cocaína con el fin de conocer el potencial global de producción de la droga.
“Nuestros fondos están disponibles para el trabajo en este tema, requiere el acuerdo del Gobierno, obviamente, y las autoridades de Naciones Unidas porque hay que hacer el estudio fuera del país”, sostuvo el jefe de la Delegación de la UE en Bolivia, Timothy Torlot.
Torlot señaló que para ese estudio será necesario exportar desde Bolivia hojas de coca, lo cual está prohibido por la Convención antidroga de la ONU de 1961.
Torlot habló del asunto después de que el representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), Antonino di Leo, presentara a las autoridades bolivianas la recomendación de hacer el estudio de “la conversión coca-cocaína”.
“Aunque el Gobierno de Bolivia ha manifestado que su ordenamiento legal no le permite llevar a cabo este estudio, la UNODC considera necesario encontrar los mecanismos que permitan su realización”, sostuvo el representante de ese organismo de Naciones Unidas.
Di Leo planteó el tema tras explicar el informe anual sobre los cultivos de hojas de coca en Bolivia en 2015 en el que se estableció que el país redujo apenas 1% la superficie de cocales.
El estudio también estableció que Bolivia tiene un potencial de producción de hojas de coca de 32.500 toneladas métricas, de las que solo 65% se comercializa en mercados legales; el resto se destina a la ilegalidad.
La hoja de coca está protegida en Bolivia por la Constitución promulgada por el presidente Evo Morales en 2009 por sus usos culturales, religiosos y medicinales, aunque la planta también es derivada al narcotráfico al contener alcaloides que son la base de la producción de cocaína.
La Unión Europea financió un estudio difundido hace dos años en Bolivia y estableció que el uso legal y tradicional de la planta solo requiere una producción de alrededor de 14.700 hectáreas.
Fuente: El Deber