Este lunes 20 de junio, el Gobierno venezolano solicitó a través de su Cancillería cancelar la sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) planteada para este jueves 23 de junio, en la cual se discutiría la crisis del país suramericano y la posibilidad de activar la Carta Democrática Interamericana.
Según la agencia de noticias AFP, en la misiva dirigida a la presidencia rotativa argentina del Consejo Permanente, el embajador venezolano Bernardo Álvarez señaló que Almagro “no está facultado” para convocar esa reunión, y debe declararse la inadmisilbilidad de dicha solicitud.
El Gobierno venezolano asegura que Luis Almagro, secretario general de la OEA, se atribuye competencias que no le han concedido y por esa razón debe cancelarse la convocatoria de este jueves.
Almagro solicitó la sesión invocando el artículo 20 de la Carta Democrática, que contempla mecanismos para atender casos de “alteración del orden constitucional” que “afecte gravemente” el orden democrático en un país miembro de la OEA.
Se espera que para este jueves, los 34 países miembros deberán realizar la reunión extraordinaria sobre la apreciación del estado de la democracia en Venezuela. Deberán entonces decidir, con el voto de la mayoría, si implementan el mecanismo interamericano sobre Venezuela.
La primera etapa contempla oficios diplomáticos, y la más extrema, la suspensión de la participación del país en la OEA.
En la carta, el embajador venezolano afirma que si los países miembros aceptan la reunión “estarán sentando un precedente pernicioso para la supervivencia de esta organización”.
Álvarez también dijo que la solicitud de Almagro “carece de sentido” tras la declaración adoptada por la OEA el 1 de junio en apoyo a un “diálogo abierto” entre el presidente venezolano Nicolás Maduro y las fuerzas opositoras que impulsan un referendo revocatorio en su contra.
Este martes, 21 de junio, la OEA escuchará al exjefe de gobierno de España José Luis Rodríguez Zapatero sobre la misión de Unasur que integra para mediar entre oposición y Gobierno.
Sin embargo, la oposición venezolana ha mostrado desconfianza en la opinión y posición del expresidente español, pues considera que el Gobierno de Nicolás Maduro lo está usando para ganar tiempo y así evitar tanto la aplicación de la Carta Democrática como el referendo revocatorio.
Fuente: El Comercio