La empresa constructora Odebrecht, vinculada al caso de corrupción de Petrobras en Brasil, compró acciones en un banco de Antigua para así administrar cuentas en el exterior y distribuir sobornos.
La compra se efectuó a nombre de terceros. Meinl Bank Antigua fue adquirida en 2010 por los ejecutivos vinculados al grupo y movió alrededor de US$ 1,6 mil millones en más de 40 cuentas.
La información la ofreció Vinicius Borin, uno de los tres miembros de la dirección del banco, quien firmó un acuerdo de delator premiado en el caso Lava Jato.
De acuerdo con Borin, la compra del 51% de las acciones de Meinl Bank Antigua se cerró por US$ 3.984 millones. Con el tiempo, el grupo accionista llegó a tener hasta el 67% de las acciones de la institución financiera.
El delator también señaló que la mayoría de las cuentas en las que se gestionaron sobornos fueron cerradas en el 2015, luego de que se conocieran las investigaciones por la operación Lava Jato.
Según Borin, los representantes de Odebrecht sugirieron a los ejecutivos del banco que abandonaran Brasil y se mudaran a Portugal, República Dominicana o Antigua.
Del mismo modo, señaló que los ejecutivos vinculados al funcionamiento del Meinl Bank tenían nombres en clave y la contraseña del software creado para mover y pagar los sobornos. Dijo además que, aunque desconoce si todos los recursos financieros del banco eran ilegales, cree que la mayoría sí era “dinero sucio”.
Borin contó que después de conocerse las investigaciones de Lava Jato, identificó algunas cuentas sospechosas. Y comprobó pagos de US$ 16.633 a ShellBill a través de tres cuentas vinculadas con Odebrecht.
ShellBill es la empresa perteneciente al publicista João Santana, responsable de las campañas presidenciales de Dilma Rousseff y de Lula Da Silva, contratado por el oficialista Partido de los Trabajadores (PT).
Fuente: Valor