EnglishFirmar por un cambio político en Venezuela se convirtió en una amenaza a la estabilidad laboral de quienes decidieron estampar sus rúbricas para activar el referendo revocatorio contra Nicolás Maduro.
El número dos del chavismo, el diputado Diosdado Cabello, considera que los funcionarios que hayan firmado para solicitar la destitución del presidente de ese país no merecen un cargo en las instituciones públicas, razón por la cual aseguró que revisarán cada una de las firmas.
Cabello aseveró que si en esas firmas aparece algún director de un organismo estatal, tendrán que despedirlo; al mismo tiempo que aseguró que en casos de obreros o empleados no jerárquicos no tomarán acciones.
“Pueden llamarme como quiera, pero si ahí hay infiltrados y quedan al descubierto, van a tener que irse, asuman su responsabilidad nosotros asumimos la nuestra”, dijo Cabello en un medio de comunicación local.
Cabello informó que revisarán las firmas “una por una” y que las tendrán en sus manos, como si asumiera el papel del Consejo Nacional Electoral (CNE) que es el órgano encargado de autenticar las rúbricas.
Pero hay más, el pasado 29 de abril el presidente Nicolás Maduro, designó un equipo especial para la revisión de las firmas que la oposición presentó ante el CNE.
El primer mandatario resaltó que el equipo estará encabezado por el dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y alcalde del municipio Libertador, Jorge Rodríguez.
Luego de este anuncio, Rodríguez acudió al organismo electoral para solicitar ser parte de la verificación de las firmas, petición que la rectora del CNE Tibisay Lucena, recibió con agrado y aprobó.
A todo esto se le suma que Rodríguez indicó que si bien el voto es secreto, las firmas no lo serán; y aseguró que la verificación de las mismas se hace para constatar su veracidad.
El funcionario agregó que si en las planillas de recolección de firmas aparece la de un efectivo de la Fuerza Armada Nacional, esa rúbrica no será válida ya que supuestamente “tienen prohibido manifestar su voluntad” de activar el referendo revocatorio.
Con estas declaraciones el Gobierno busca sembrar el miedo en la población para que no estampen sus firmas en el próximo proceso de recolección de firmas. Hay que recordar que en 2004 cuando la oposición impulsó un referendo para revocar al mandato de Hugo Chávez, el Gobierno fue acusado de crear listas (la lista Tascón) de quienes participaron en esa iniciativa para ejercer venganza contra ellos.
La oposición venezolana sorprendió al chavismo al superar por cientos de miles, las 200.000 firmas que había solicitado el Consejo Nacional Electoral, para solicitar la activación del proceso de referendo contra Maduro.
El número de firmas llegó a 1.850.000 en todo el territorio nacional de personas que exigen que haya un cambio político en Venezuela con el revocatorio.
Cabe destacar que la mañana del martes 3 de mayo, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) entregó las firmas al CNE. La entrega constó de 80 cajas, cada una con 2.500 planillas, para un total de 200 mil planillas, contentivas de 1.850 mil rúbricas en las dependencias del CNE.
Luego de ello, el miércoles 4 de mayo la rectora del ente electoral, Tibisay Lucena manifestó que a partir de ese día empezarían a contabilizar las planillas; a lo que agregó que el proceso de verificación durará tres días, lo que significa que el próximo lunes 9 de mayo deberá manifestarse en relación con el referendo revocatorio.
Ese día Lucena deberá informar dónde serán instalados los centros del organismo electoral para que los venezolanos que firmaron confirmen que efectivamente sus firmas fueron plasmadas en las planillas recolectadas.
Ante esto, el gobernador de Miranda, Enrique Capriles Radonski también amenazó con salir a las calles en caso de que el CNE no se pronuncie el lunes sobre los próximos pasos a seguir para activar el revocatorio. “O nos dan la respuesta o iremos a buscar la respuesta. ¿Amparados en qué? En la constitución”, aseveró.
Capriles precisó que con los lapsos establecidos en el reglamento del CNE, el revocatorio se puede hacer en octubre; declaraciones de las que difiere el chavismo que asegura que en 2016 no se llevará a cabo la consulta popular.
Próximos pasos
Luego de la verificación de las firmas el organismo electoral dispondrá de al menos 200 puntos de validación. En estos puntos los electores que firmaron la planilla deberán acudir en un lapso de 5 días continuos a validar sus datos y huella dactilar ante funcionarios del CNE. Si esa persona no acude a validar su firma y huella, no será contabilizada dentro del 1% necesario para realizar la solicitud.
Luego de esta recolección de firmas, deberá hacerse otra, pero esta vez con al menos 20% del padrón electoral, o sea, casi cuatro millones de rúbricas.
Una vez recolectados las cuatro millones de firmas y de su nueva verificación será cuando el organismo electoral anuncie la fecha del referendo revocatorio.
Un dato importante es que si la consulta popular se realiza luego del 10 de enero del próximo año (2017), le correspondería al vicepresidente de la República culminar el período presidencial, en este caso lo haría el chavista Aristóbulo Istúriz.