Marco Rubio, senador Republicano por el estado de Florida, propuso este miércoles 13 de abril acabar con los subsidios a los inmigrantes cubanos, los cuales considera injustificables en muchos casos.
Rubio citó a sus fuentes y también a reportajes periodísticos que demuestran que, en su mayoría, los cubanos no están emigrando a EE.UU. en busca de asilo político. Aseguró que muchísimos cubanos intentan llegar a EE.UU. porque saben que el país norteamericano les ofrecerá subsidios federales.
El senador aseguró que, solo en 2014, este pago a migrantes cubanos les costó a los contribuyentes estadounidenses al menos US$ 680 millones.
Agregó que muchos cubanos residentes en Estados Unidos hacen un “abuso grosero” de los beneficios, y asegura que muchos de ellos viajan a Cuba entre 10 y 30 veces al año y solo regresan para pedir el subsidio establecido en programas sociales.
Rubio propuso mantener la residencia automática para los inmigrantes cubanos pero sin subsidios inmediatos, exceptuando los casos de refugiados que escapan de Cuba porque “temen por sus vidas” con justa causa.
Explicó que esta propuesta de ley no solo ahorrará dinero a los contribuyentes en EE.UU, sino que también hará menos atractiva la emigración cubana a EE.UU. a través de Centroamérica.
Propuso además que los refugiados cubanos reciban los mismos beneficios federales que los inmigrantes de otras nacionalidades, quienes para calificar tienen que permanecer cinco años en el país.
Actualmente, una provisión en las leyes califica a los cubanos como refugiados elegibles para asistencia social, explicó Rubio. Y concluyó que
esta disposición de la ley, esta distinción, ya no se justifica (…) este incentivo financiero, esta noción, esta realidad de que si llegas aquí desde Cuba vas a calificar inmediatamente para beneficios federales ha causado la actual crisis migratoria. Hoy en día miles de cubanos están haciendo peligrosos viajes para llegar a Estados Unidos. Esto está creando presión en gobiernos extranjeros, por ejemplo, en Centroamérica, que simplemente no los pueden acoger, y ahora está añadiendo presión a nuestra frontera.
Fuente: El Nuevo Herald