
Al menos 4,9 % de los presos de Guantánamo que han sido liberados durante la presidencia de Barack Obama se han unido a grupos terroristas luego de su liberación.
El encargado del Departamento de Estado para el cierre de Guantánamo, Lee Wolosky informó que también existen sospechas de que 8,3% de los liberados también se han unido a grupos terroristas.
El Gobierno de Obama ha liberado a 144 presos desde 2009, pero hay confirmación de que siete de ellos son terroristas actualmente y que quizás otros 11 también lo sean.
Por otra parte las agencias de inteligencia confirmaron que 111 de los 532 presos de Guantánamo liberados durante la Administración de George W. Bush (2001-2009) se implicaron en terrorismo, lo que supone 20,9%, mientras que hay sospechas de que otros 74 también lo hicieron (13,9%).
Wolosky citó esas cifras para tratar de convencer a los congresistas de que los riesgos de liberar a los presos de Guantánamo “son menores que los grandes riesgos para la seguridad nacional que implicaría mantener la prisión abierta”.
Hizo referencia al reciente ataque terrorista en Bruselas: “el mantenimiento de la prisión en Guantánamo no previno ninguno de los ataques” en París y Bruselas, aseveró.
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El congresista republicano Ed Royce, que preside el Comité de Exteriores, se mostró escéptico ante esas cifras y aseguró que los datos que ha obtenido de funcionarios militares apuntan a que “más de 30%” de los liberados de Guantánamo se han unido a grupos terroristas o están bajo sospecha de haberlo hecho.
“El Estado Islámico (EI) sigue expandiéndose. Europa está siendo atacada por los yihadistas, y nosotros también. Así que desafortunadamente vamos a necesitar un lugar donde detener a terroristas fanáticos cuyo procesamiento en el sistema legal estadounidense no tiene sentido”, argumentó el congresista.
Obama presentó el mes pasado un plan para tratar de cerrar esa prisión para sospechosos de terrorismo situada en la base naval de Guantánamo (Cuba) mediante el traslado de entre 30 a 60 presos a territorio nacional y la liberación de otros, un objetivo que ha enfrentado el rechazo de la oposición en el Congreso.
Fuente: El Espectador.