Se avecina un inminente aumento en las tarifas de energía para los colombianos, debido a la grave crisis que transitan las empresas generadoras del servicio eléctrico en el país.
En Colombia, los productores de energía alegan que por un problema de regulación, reciben menos ganancias de lo que les cuesta la producción de cada kilovatio, lo que supone que trabajan para pérdidas.
Ante esta situación los especialistas en ese país aseguran que las dos opciones para solventar el problema derivan en el aumento de las tarifas de los colombianos.
De acuerdo con Alejandro Lucio, director de Óptima Consultores, existe la posibilidad de que el Gobierno de Colombia aumente el precio de la escasez —el pago que reciben las generadoras de energía por su producción— o que, en su defecto, “democratice las pérdidas de los generadores térmicos”.
Sea cual sea la decisión, el gremio del sector eléctrico ha decidido darle un ultimátum al Gobierno colombiano: “Si no se toman decisiones sobre este asunto particular antes del 1° de mayo, los activos tendrán que operarlos el Ejecutivo y asumir las pérdidas”, dijo Alejandro Castañeda, director de la Asociación Colombiana de Generadoras de Energía (Andeg).
En caso de que esto suceda, acontecería algo similar a la situación que tuvo en 2015 la generadora Termocandelaria, la cual alegando pérdidas por el desajuste en la remuneración, se declaró indisponible y fue intervenida por la Superintendencia de Servicio Públicos, que hasta el momento la sigue gerenciando.
Según El Espectador, lo particular de ese hecho es que la generación de energía de la empresa está siendo remunerada actualmente a precio de bolsa y no al precio de escasez, que es lo que recibe el resto de las firmas hoy en día. La medida anunciada por Andeg apunta a que suceda lo mismo con al menos 12 generadores térmicos que dependen de líquidos y gas para la producción de energía.
Empero no es la primera vez que este tema pasa a la palestra pública esperando respuestas y medidas gubernamentales. En octubre de 2015, el ministro de Minas y Energía, Tomás González, indicó que los usuarios y el Gobierno tendrían que poner de su bolsillo “un poco más de un billón de pesos” para cubrir las pérdidas de las plantas térmicas.
Según el funcionario, el bajo precio de escasez con el que se les paga a los generadores, el fenómeno El Niño, la falta de gas y el mayor costo que representa producir energía con combustibles líquidos como el diésel, podrían causar que las plantas térmicas que funcionan con líquidos, tengan pérdidas superiores a las que calculó el sector y el mismo Gobierno por afrontar el evento climático a lo largo del 2015.
Fuente: El Espectador.