EnglishLuego de 30 años una mujer de origen haitiano reveló las irregularidades que se llevaron a cabo en procesos de adopción en su país, según reseñaron medios de comunicación el pasado viernes 27 de noviembre.
Se trata de Mariette Williams, quien fue adoptada en 1986 y descubrió que nunca fue dada en adopción y que dicho proceso se llevó a cabo sin el consentimiento de sus padres biológicos.
En su documento de adopción sale reflejado el nombre de un orfanato que ya no existe y que perteneció a Rose-Marie Platel, su madrina, quien fue la responsable de llevarse sin autorización a Williams cuando apenas tenía tres años y medio.
Sus padres adoptivos fueron Sandra y Albert Knopf, quienes vivían cerca de Vancouver (Canadá); a ellos llegó un individuo llamado Henry Wiebe, quien les dijo que podían adoptar a un niño en Haití por US$3.500 dólares, y a dos por US$6.000.
El negociante llevó a Sandra al orfanato manejado por Platel en Haití; allí encontraron niñas con parásitos, ojos irritados y aparentemente malnutridas.
Los padres adoptivos nunca conocieron al abogado haitiano que hizo los trámites, ni fueron a la audiencia en que un juez aprobó la adopción. Rose-Marie Platel, “la madrina” se encargó de todo.
La madre adoptiva de Mariette le admitió a su hija que hubo algunas cosas sospechosas en las adopciones: fechas de nacimiento equivocadas y la súbita aparición de documentos.
[adrotate group=”7″]Luego de 30 años y de la búsqueda para conocer a su familia biológica, Williams encontró un perfil en Facebook de Pestel, un pueblo mencionado en sus documentos de adopción, en la red social colocó un mensaje que decía: “Mi nombre es Mariette. Estoy buscando mi familia”.
Semanas más tarde descubrió que tenía cuatro hermanas y dos hermanos en Haití; su madre estaba viva, pero su padre había fallecido.
Pero irregularidades como estas persistieron en el tiempo; en 2013 el Centro de Investigación Periodística (Ciper) en Chile publicó un reportaje en relación con una fundación en Haití que de manera irregular tramitaba adopciones de niños haitianos a familias chilenas.
La Fundación Familias Multicolor no contaba con un directorio ni registro contable, y tampoco con un abogado, sino con un procurador “con buenos contactos”. El trabajo periodístico dio a conocer que al menos siete niños fueron dados en adopción sin haberse efectuado un proceso legal ni transparente.
La organización nunca estuvo acreditada en Chile y, aunque obtuvo personalidad jurídica en Haití, fue como casa de protección de niños, lo que les permitió instalar un hogar en el país caribeño.
Familias Multicolor tiene una cuenta en Twitter desde marzo de 2010, pero desde el 18 de enero de 2012 la fundación no ha publicado ningún mensaje; el último corresponde a la solicitud de ayudas financieras.
RUT: 65.034.578-9
Cuenta Corriente: 86126946
Banco : BCI VIDEO http://t.co/nKxZ9W2M#FamiliasMulticolor #HAITI— FAMILIAS MULTICOLOR (@fammulticolor) January 18, 2012
De acuerdo con la Asociación Latinoamericana de Magistrados, Funcionarios, Profesionales y Operadores de Niñez, Adolescencia y Familia; luego del terremoto de 2010 aumentó la adopción internacional en Haití, pues en 2009 la cifra era de 1.200 niños, pero al año siguiente se duplicó a 2.400.
El organismo reseñó que en ese país existía debilidad en el sistema de control porque las exigencias para la adopción internacional eran mínimas y no habían controles rigurosos. “Actualmente Haití es un país en donde los niños se adoptan demasiado fácilmente”, asegura el reporte.
La adopción en Haití ya está regulada
Aunque son muchos los haitianos que han terminado viviendo con familias en Europa, Canadá y Estados Unidos de manera ilegal, en 2013 fue aprobada la Ley de Adopción en Haití, en la cual se regula y establecen los requisitos para que el proceso se efectúe correctamente.
Desde 2013, se estableció al Instituto de Bienestar Social e Investigación, Ibesr (Institute du Bien-Être Social et Recherches), como autoridad central en materia de adopción.
Ahora, a través de este organismo se lleva a cabo el procedimiento de valoración de los expedientes de los adoptantes, y los requisitos que deben cumplir los orfanatos o “creches” para poder funcionar.
De igual modo Haití aprobó el 11 de junio de 2012 la ratificación del Convenio de La Haya, el cual obliga a los países miembros a aprobar una ley basada en los estándares internacionales en materia de adopciones para garantizar la conformidad de los padres biológicos con estos procesos.