EnglishLa impopularidad de Nicolás Maduro y su comprobada violación a los derechos humanos han debilitado la imagen internacional del presidente de Venezuela. Así lo afirmó Pedro Urruchurtu, analista político venezolano y responsable internacional juvenil de Vente Venezuela.
En una entrevista para PanAm Post, realizada en República Dominicana, durante el Comité Ejecutivo 2015 de la Federación Internacional de la Juventud Liberal (Iflry), el especialista explicó la importancia de participar en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, los obstáculos electorales auspiciados por el Estado venezolano y de qué manera el Gobierno encabezado por Maduro se ha venido debilitando. En su análisis, Urruchurtu asegura que Nicolás Maduro se ha convertido en un mandatario incómodo para los Gobiernos de la región.
De igual modo informó que la oposición venezolana sí contará con observación internacional no oficial para los próximos comicios.
¿Usted cree que en Venezuela hay una dictadura?
Es una dictadura moderna, es un régimen autoritario que por un lado se vale de elecciones para legitimarse, para tener una imagen internacional respetada; pero por el otro lado tiene prácticas profundamente autoritarias que incluso llegan al borde del totalitarismo en muchos aspectos.
Totalitarismo porque se mete y decide sobre la vida de cada quien, hay además una profunda censura, presos políticos y torturas; por lo que pareciera que no hay elementos muy distantes de las características de una dictadura; la única diferencia es que estamos bajo elementos tecnológicos y avances del siglo XXI que impiden que se pueda dar una dictadura como las más cruentas del siglo pasado.
Pero es un régimen absolutamente autoritario, una dictadura moderna.
¿Por qué si las elecciones son controladas por el régimen todavía cree usted que participar es una buena idea?
Las elecciones son un paso más dentro de una lucha que hay que dar todos los días.
La lucha electoral es necesaria porque hay experiencias en el pasado, y entendimos que dejar espacios sin ocupar, implica darles a ellos una victoria automática. La lucha electoral es importante con candidaturas sensatas, que sean acordes a los valores, que respondan realmente y que entiendan la naturaleza del régimen al que estamos enfrentando.
Pero también creemos que no solamente se trata de elecciones, creemos también en las protestas pacíficas, además de otras maneras de expresar que existe la voluntad de un cambio de manera pacífica, constitucional y democrática más allá del voto.
¿Cuáles son los problemas que se le presentan a la oposición para las elecciones del 6 de diciembre?
El primero es que en efecto hay un ventajismo a favor del Gobierno cuando hay uso de recursos públicos, cuando hay proselitismo político fuera de la campaña; es decir, cuando hay una serie de elementos que son tradicionalmente medibles en el mundo, como el ventajismo por parte del oficialismo.
Pero también hay un proceso que nosotros hemos definido como ingeniería electoral, en el que hay una intervención en algunos centros electorales, donde el Gobierno tiene por tradición más facilidad de acceso, y es allí donde los votos varían y terminan favoreciendo al oficialismo en el resultado final de las elecciones.
Allí entra la reincorporación de abstencionistas tradicionales en el registro electoral, lo que hacen es que los cambian del centro donde originalmente votaban y los ponen en otro centro, posiblemente fuera del estado donde ejercían su derecho.
Por otro lado, hay centros de difícil acceso en los cuales no hay control y es muy difícil llegar, porque están ubicados en zonas dominadas por el Gobierno, entonces nuestros testigos y observadores no entrarían por miedo, claramente porque no tienen ningún tipo de seguridad allí.
Es una serie de elementos que generan dudas a la hora del cierre de los centros de votación; incluso se ha comprobado que casualmente cuando la oposición va ganando una elección y llega la hora del cierre de la mesa y se extiende, justamente a esa hora es que el Gobierno empieza a ganar, las horas de alguna manera le empiezan a dar ventaja. Además también están las inhabilitaciones políticas.
Por eso el secretario general de la OEA dijo que no hay condiciones que garanticen un proceso electoral transparente en Venezuela, si no hay una observación electoral calificada.
¿Por qué otros Gobiernos no entienden o no responden a los problemas que hay en Venezuela?
Creo que al Gobierno le ha sido muy efectivo el discurso de que ellos han ganado 19 elecciones de 20, porque es lo que les genera la legitimidad de origen, ellos son legítimos porque la gente votó por ellos, independientemente de cómo se llevaron a cabo las elecciones.
Eso ha servido para vender hacia afuera la idea de legitimidad y la gente y los Gobiernos más bien se cuestiona: bueno si ellos fueron esc0gidos democráticamente no habría por qué decir que son dictadura.
Yo sí creo que ha habido un cambio en la percepción de los países de la región, lo vemos con la misma OEA, el señor Almagro ha cambiado muchísimo su percepción; lo vemos también con la conformación de la misión de Unasur para las elecciones del 6 de diciembre; vimos cómo Brasil primero objetó las irregularidades, luego Uruguay también; por otro lado el presidente Santos de Colombia también pidió que la jefatura de la misión la liderara el señor Nelson Jobim de Brasil.
Pareciera que ahora con la impopularidad de Maduro y su comprobada violación a los derechos humanos, los países empiezan a pensar “¿hasta qué punto me conviene tomarme una foto con el que viola derechos humanos, hasta qué punto voy a ir a Venezuela a legitimar garantías donde el mismo Gobierno está prohibiendo la observación internacional?”, es decir, ya la misma comunidad internacional que tanto apoyó hasta hace dos años al Gobierno venezolano se ha ido alejando de manera importante.
Creo que lo de Argentina va a repercutir en el caso de que finalmente gane Macri las elecciones, eso también va a incidir en la percepción de la región.
Maduro está bastante débil, eso explica sus giras constantes por el Caribe intentando recuperar a sus aliados, su intención de ir a Arabia para que los precios del crudo suban y así tener la influencia de antes.
¿Qué acciones tomará la oposición ante la negativa del árbitro electoral a permitir la observación internacional?
Sin bien es cierto que el Estado venezolano no autorizó la presencia de misiones como la OEA o la Unión Europea, pues esto nos obliga como oposición a tomar un plan al respecto.
La oposición va a contar con una importante observación internacional que va a estar distribuida a lo largo y ancho del país en puntos estratégicos, en los cuales necesitamos que nos acompañen.
Aunque no se trate de una misión oficial que cuente con la autorización del Estado, podrán acompañar, evaluar e incluso constatar algún tipo de irregularidad, y de esa manera llevarle al mundo el testimonio de lo que vean; porque cabe destacar que la misión de Unasur es una misión limitada, con muchas restricciones, y con dudas de lo público del informe que emitirán el cual, presuntamente, debe ser aprobado por el CNE.
Con información de Fergus Hodgson.