EnglishEl miércoles 8 de abril, trabajadores de Pfizer, la industria farmacéutica más grande de Venezuela, protestaron por falta de materia prima para elaborar los medicamentos.
Aseguraron que la empresa solo está produciendo al 40% de su capacidad y que el único medicamento que se está produciendo a gran escala es el Atamel (acetaminofén, muy necesario en un país en el que la fiebre Chikungunya se ha vuelto endémica).
Alí Mora, secretario general del sindicato que los agrupa, aseveró que ha habido una caída de 60% en la producción de los fármacos que allí elaboraban. “Teníamos una cartera diversificada de 80 productos, actualmente estamos produciendo cinco apenas. El resto, en su mayoría, se produce en Europa”.
La Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven) alertó al día siguiente sobre la escasez de fármacos en el país. Freddy Ceballos, presidente de Fefarven, informó que hay 60% de fallas de el abastecimiento de medicamentos en Caracas, la capital de Venezuela, y 70% en el interior del país. Agregó que el problema se debe a la falta de liquidación de las divisas para la producción nacional.
Ceballos informó a PanAm Post que la situación del sector farmacéutico es grave y denunció que si no hay entrega de divisas no hay producción de medicamentos para atender la demanda nacional.
“Le pedimos al Estado venezolano que priorice la adjudicación de las divisas para todo el sector farmacéutico. Evidentemente los laboratorios necesitan los insumos para poder producir. Hay que buscar la manera de que se estimule la producción”, agregó.
El representante gremial dijo que la información que maneja es que la industria farmacéutica recibió divisas por última vez a finales del 2014. Aseveró que “mientras el Gobierno no liquide los dólares necesarios de manera planificada, programada y sistemática, continuarán los mismos problemas”.
Ceballos afirmo que si el Gobierno decidiera entregar hoy todas las divisas que se necesitan, tomaría entre tres y cuatro meses para que se normalice el mercado. Solicitó al Ministerio de Salud que establezca comunicaciones con Cencoex — órgano estatal que adjudica las divisas—.
Escasez de medicamentos “en todos los sentidos”
El representante de la industria farmacéutica informó que escasean medicamentos para el sistema nervioso central, para la presión arterial, los anticonvulsionantes, las cremas antihemorroidales, y los que atienden la parte respiratoria.
Dijo también que no se consiguen los polivitamínicos para las mujeres embarazadas ni los anticonceptivos. “Hemos llegado al extremo de ver a padres buscando anticonceptivos para sus hijos”, agregó.
“Hay que visualizar que todos los medicamentos son importantes, no importa que haya enfermedades de poca incidencia, todo el mundo tiene derecho a conseguir los medicamentos que necesite (…) Nos preocupa mucho el sector que tiene que ver con los insumos médicos ¿De qué vale tener el medicamento si no tienes los insumos para suministrarlo vía intravenosa?” cuestionó Ceballos. Calificó como “grave” la escasez de gasas, inyectadoras, yelcos y otros.
Derroche de dinero y medicamentos vencidos
Ceballos pidió al recién designado ministro para la Salud, Henry Ventura, que se enfoque en revisar los procesos operativos que se realizan en el ministerio, aseguró que se ha confirmado a través de la Contraloría General de la República la existencia de “muchísimos medicamentos vencidos en el país” por compras erróneas del sector público.
El representante del sector farmacéutico dijo que es necesario determinar las verdaderas necesidades del país y que el Ministerio no debe comprar en base a un monto de dinero sino en base a las necesidades.
Calificó de “urgente” que se realicen las estadísticas que mueven al mercado farmacéutico.”Los informes epidemiológicos prácticamente no se están realizando, el Gobierno debe llevar un control de cuáles son las enfermedades existentes y cuáles son los medicamentos necesarios”, aseveró.
Proyectos estatales paralizados
El diario El Nacional publicó el mismo jueves 9 de abril que los proyectos del Gobierno para instalar cuatro fábricas de fármacos en el país están paralizados. Las plantas, que sustituirían las importaciones, serían construidas por convenios con Cuba, Colombia y Portugal. Se asignaron recursos, pero ninguna se construyó.
Carlos Walter, director del Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes) informó que el convenio suscrito por el Gobierno venezolano con Colombia en diciembre de 2012 está paralizado, y que de acuerdo a la Memoria y Cuenta del año 2014 fue cambiado para construir una planta de medicamentos que será instalada en el estado Yaracuy.
Walter informó que en el 2013 la empresa Shanghai Zhongla & Trading entregó un grupo de equipos para la planta convenida con Colombia, que aún no estaba construida y por el cual el Gobierno pagó US$ 806.950.
Al cierre de ese año, la Memoria y Cuenta señalaba que la materia prima con un costo de US$7.596.054 con la que se fabricarían los medicamentos en la fábrica, estaba guardada en depósitos y que la fecha de vencimiento era para los años 2014 y 2015.
De acuerdo con Carlos Walter, Venezuela también realizó un convenio con China para construir una fábrica de producción de fluidoterápicos (sueros), sin embargo, la Memoria y Cuenta del año 2014 señala que el proyecto apenas está en proceso de elaboración de estudios de factibilidad para su construcción.
Walter agregó que otro de los convenios incumplidos se suscribió con Cuba, el proyecto Complejo Industrial Farmacéutico de Producción de Medicamentos Esenciales.
“En 2011 se realizó el movimiento de tierras en el terreno donde se edificaría, ubicado en Yare, estado Miranda, y se aprobó el financiamiento del proyecto con recursos aportados por el Fonden y el Fondo Independencia, cuyo monto desconocemos. El objetivo de esta empresa es producir 125 productos farmacéuticos del Formulario Terapéutico Nacional. De los avances del proyecto no se tiene información oficial desde 2013”
Un cuarto convenio está incluido en el catálogo de incumplimientos: el suscrito con Portugal para la construcción de una planta de cefalosporínicos y penicilínicos, dos tipos de antibióticos esenciales. La planta tenía un costo calculado en 96,6 millones de dólares y debió ser entregada en 2014, pero un año antes pasó a ser responsabilidad de la Fundación Misión Barrio Adentro. Está sin hacerse.