EnglishIrwin Cotler, el abogado canadiense del expresidente de Sudáfrica Nelson Mandela, anunció este jueves 5 de febrero que se incorporará activamente a la defensa del líder opositor venezolano Leopoldo López, quien se encuentra preso en la cárcel de Ramo Verde desde el 18 de febrero de 2014. Cotler informó que viajará próximamente a Caracas para constatar personalmente la situación en la que se encuentra López y ayudar ad honorem en su defensa.
La noticia fue respaldada por el Coordinador Nacional del Partido Voluntad Popular, Carlos Vecchio, durante su visita a Ottawa y Montreal. Vecchio informó este jueves que se reunió con Cotler para afinar detalles de lo que será su participación en el equipo legal de López.
Cotler, también exministro de Justicia y exfiscal General de Canadá, solicitó al Gobierno de Nicolás Maduro la liberación de Leopoldo López en diciembre de 2014, en un acto realizado en el Parlamento de Canadá para conmemorar el primer aniversario de la muerte de Nelson Mandela. Allí expresó que frente a la “injusticia”, asumiría internacionalmente la bandera de su liberación.
Irwin Cotler es experto en derecho internacional y derechos humanos. Se desempeñó como asesor jurídico de exprisioneros como Nelson Mandela en Sudáfrica, Jacobo Timmerman en América Latina, Muchtar Pakpahan en Asia, así como otros conocidos presos políticos y disidentes. En 1986, Cotler representó a Natan Sharansky, quien fue encarcelado en un gulag soviético por el activismo judío.
Por su parte, la fiscal General Luisa Ortega Díaz denunció este jueves que en la última audiencia de juicio, el padre de López fue desalojado de la sala por estar grabando con unos lentes sin autorización del tribunal, y cuando fue descubierto entregó los anteojos a un funcionario extranjero de origen inglés. Informó que dirigió un comunicado a la Cancillería venezolana para que solicite una explicación al Gobierno de Inglaterra, pues, según su criterio, un diplomático no puede estar involucrado.
López fue apresado en febrero de 2014 luego de que el Gobierno lo acusara de conspirar para derrocarlo, tras una manifestación estudiantil realizada en Caracas, que fue el detonante de protestas que dejaron, a lo largo de tres meses, 43 víctimas mortales, según un balance oficial. La represión contra los manifestantes a lo largo del conflicto, por parte de fuerzas oficiales y no oficiales, fue denunciada por diversas organizaciones de derechos humanos, como Human Rights Watch y Amnistía Internacional.
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Mientras, López ha sido declarado prisionero de conciencia por el Grupo de Detenciones Arbitrarias de la ONU y por el Comité contra la Tortura de la misma organización, así como por el Parlamento Europeo; a pesar de todo ello, prosigue el juicio en contra del dirigente, por los presuntos delitos de instigación pública, daños a la propiedad, autor intelectual en el delito de incendio intencional y asociación para delinquir. Por estos delitos, podría pasar hasta 16 años en la cárcel.
Sus abogados y familiares han señalado que se encuentra aislado hasta 22 horas al día y que se le han vulnerado otros derechos fundamentales. Hace apenas dos semanas, los expresidentes de Chile y Colombia, Sebastián Piñera y Andrés Pastrana, intentaron visitarlo en su celda y no se les permitió el acceso.
Otro incidente diplomático en puertas
Mientras Cotler anuncia que asumirá la defensa de López, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, cargó el miércoles 4 de febrero contra el embajador de Canadá en el país suramericano, Ben Rowswell, a quien acusó de “intromisión en asuntos internos”, luego de que el diplomático entregara los premios de derechos humanos de la Embajada de Canadá a organismos de defensa de derechos humanos críticos del Gobierno de Nicolás Maduro.
Según Cabello —quien, afirma el diario español ABC, ha sido acusado de narcotráfico por su exguardaespaldas Leamsy Salazar—, Rowswell es “experto en guerra electrónica”. El presidente del parlamento venezolano también indicó que Rowswell “está buscando lo que no se le ha perdido”, porque el Gobierno canadiense premió a Marino Alvarado, de larga trayectoria como coordinador de la ONG Programa Venezolano de Educación-Acción en derechos humanos (Provea), y a Marco Ponce, de la ONG Observatorio Venezolano de la Conflictividad, que hace un registro de todas las protestas que los medios de comunicación reportan en el país; así como a Alfredo Romero, director del Foro Penal Venezolano, que ha defendido gratuitamente a los centenares de presos que dejaron las manifestaciones que se registraron en 2014, y de cuya incitación se acusa a Leopoldo López.
Cabello, en su programa televisivo dijo que Alvarado “tiene problemas con la nacionalidad en Colombia”; Ponce “publicó un informe desprestigiando al país”; y Romero “tiene tarifas en dólares para los guarimberos (manifestantes) y defiende a todos los que conspiran”.
Por el momento, ni el Gobierno venezolano ni el canadiense se han pronunciado sobre las acusaciones de Cabello. El miércoles, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, manifestó que existe “una conspiración internacional” para derrocarlo, cuyo líder sería Joe Biden, vicepresidente de Estados Unidos.
Rowswell ha tenido roces anteriormente con José Vicente Rangel, periodista y uno de los dirigentes más destacados del chavismo, quien lo acusó de intentar derrocar al Gobierno venezolano. Tras 11 meses de su llegada a Venezuela, Rowswell confirmó a Panam Post vía Twitter que el Gobierno venezolano aún no le ha otorgado su plácet como embajador. Al ser consultado sobre si tenía alguna reacción en relación con las acusaciones de Cabello, remitió a la cuenta Twitter de la embajada canadiense en Venezuela, @embcanvenezuela, en la que, en una serie de tuits, señala que “desde 2009 el premio contribuye a un diálogo abierto, informado y respetuoso sobre valores compartidos”; que el “diálogo sobre derechos humanos está demasiado polarizado. Necesitamos extender la discusión a todos los sectores” y que “percibo muchas oportunidades para lograr este objetivo… Yo comprometo a mi Embajada a hacer lo mismo”.
#TBT @benrowswell “Diálogo sobre DDHH está demasiado polarizado. Necesitamos extender la discusión a todos los sectores" #sehabladdhh
— Canadá en Venezuela (@EmbCanVenezuela) February 5, 2015
En su hoja de vida, Rowswell señala que su especialidad es la resolución de conflictos y estabilización política. Ha servido a su país en Kandahar y Kabul (Afganistán), Irak y Somalia. Es graduado de Relaciones Internacionales de la Universidad de Stanford (EE.UU.).
Con información de Pedro García Otero.