La elección de las directivas de la Cámara de Diputados y del Senado en Brasil ocurrirá el próximo 1 de febrero en Brasilia para el bienio 2025-2026. Estas serían las últimas directivas con las que tendría que convivir el presidente Luiz Inácio Lula da Silva antes de las elecciones presidenciales de 2026. Su tercer mandato ha empeorado la situación general del país y el Partido de los Trabajadores (PT) no tiene la capacidad de llevar adelante una candidatura propia en el Congreso: depende de coaliciones.
La Cámara de los Diputados está compuesta por 513 diputados federales de los cuales, el Partido Liberal (PL) cuenta con la mayor bancada: 92. En cambio son 14 los senadores del PL en la Cámara que está compuesta por 81. Entre los diputados de la oposición y los de centro suman más de 285 diputados, mientras que los diputados oficialistas 228. El interés del oficialismo es tener un congreso con el que pueda dialogar y aprobar los proyectos, lo que ha sido difícil en este gobierno de Lula, por lo que estos comicios no traen muchas esperanzas de cambio para la izquierda que ha salido derrotada en las recientes elecciones locales.
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El PL condiciona su apoyo para elegir una nueva directiva en la Cámara de Diputados en torno al apoyo de un proyecto de Ley de Amnistía para los condenados por los hechos del 8 de enero y que esta incluya la habilitación política del expresidente Jair Bolsonaro para que pueda ser candidato a la presidencia en las elecciones del 2026.
En torno a la Presidencia del Senado, el presidente del PL, Valdemar Costa Neto, afirmó en una entrevista a CNN que a pesar de que su bancada tiene una fuerte presión para el impeachment de magistrados del Supremo Tribunal Federal (STF) por abuso de poder, el candidato al que apoyará a la presidencia del Senado, el Senador Davi Alcolumbre, no tiene esa pauta como su prioridad. Alcolumbre ya cuenta con el apoyo de los partidos PP, PDT y PSB. El presidente Jair Bolsonaro ha dicho en varias oportunidades que en la elección de 2023 tuvieron candidato propio y la derrota les trajo como consecuencia que no estuvieran en ninguna comisión y no tuvieran prácticamente incidencia. En este sentido, el apoyo al candidato de centro abre la posibilidad de que senadores del PL tengan una participación más protagónica en algunas comisiones.
Ya las elecciones locales han finalizado el pasado domingo 27 de octubre. El PT solo consiguió ganar 1 de las grandes capitales. El país se “despetizó” y una nueva realidad política define el futuro a corto plazo de la política brasileña. El PL fue el partido más votado y el liderazgo del presidente Bolsonaro ha demostrado ser sumamente influyente en el voto de los ciudadanos. A pesar de todo esto, los partidos de centro se han consolidado en votación y elección de número de autoridades locales, lo que les permite ejercer gobierno en una gran parte de la población del país. De cara a la elección del 2026, el centro tendrá una incidencia determinante en la elección del nuevo presidente de la república y la constitución del nuevo gobierno, pero, sobre todo, en la composición del Congreso. Si ya hoy con los diputados que tiene el centro pueden tener la mayor incidencia en el Poder Legislativo ¿Será que esta composición podría cambiar positivamente para la derecha en 2026?
Debido al resultado de la elección local, es muy probable que el PL aumente su bancada a más de una centena y de la misma manera, también incrementen su bancada los partidos aliados al presidente Bolsonaro. En el Senado, a la derecha le faltan pocos senadores para conseguir la mayoría. Grandes líderes del centro como los reelectos alcaldes de São Paulo y Porto Alegre, ambos del MDB, han mostrado su disposición de apoyar al bolsonarismo para 2026, lo que es una noticia positiva ya que su partido había apoyado a Lula para su tercer mandato en 2022.
El contexto es favorable para que la derecha retome el gobierno. Transitar esa ruta hacia el 2026 exige del liderazgo político un razonamiento praxiológico que consiga mayores y mejores resultados. Parece ser que este será el signo de los próximos 2 años.