Recientemente, la narcodictadura chavista condenó a 30 años de cárcel al Sargento Mayor de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Juan Carlos Monasterios, por el presunto atentado con drones contra Nicolás Maduro el 4 de agosto de 2018. Sin embargo, este juicio ha sido como el de todos los presos políticos: sin debido proceso, con falsos testimonios y con un poder judicial al servicio del régimen. Una constante que se repite en todas las dictaduras de la región. Lo que ocurre en Venezuela se observa de igual manera en Cuba y Nicaragua.
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En el marco del mencionado caso venezolano, el sargento ha autorizado la difusión de un audio en donde relata como fueron sus torturas y además, denuncia a las supuestas autoridades que participaron en esos procesos. Este revelador testimonio confirma una vez más la naturaleza criminal del chavismo y deja evidencia ante la comunidad internacional de las violaciones a los derechos humanos llevadas adelante por el régimen. Se trata de un testimonio que se suma a las miles de victimas que han sido torturadas por el chavismo por más de dos décadas.
Pero esta situación no ocurre solo en Venezuela. También en la dictadura castrista en Cuba y en el régimen sandinista de Daniel Ortega en Nicaragua se persigue a la disidencia, abundan los presos políticos y se usa la tortura como instrumento para expandir el miedo y consolidar las tiranías. En este video podemos encontrar testimonios de esta situación y la escandalosa cifra de casi 1500 presos políticos que suman estas dictaduras aliadas en nuestro continente, con la gran mayoría en Cuba, donde el número de personas privadas de libertad por razones políticas es de 1.046, le sigue Venezuela con 240 detenidos, mientras en Nicaragua la cifra es de 190.