Las elecciones en Brasil son el próximo 2 de octubre y se eligen, además del presidente de la República y el vicepresidente, a gobernadores, senadores, diputados federales y estadales. Esta elección es el evento democrático más grande de la región después del proceso electoral norteamericano. El voto se realiza a partir de los 16 años, pero es obligatorio para los ciudadanos entre 18 y 70 años. Es una elección que va a ser polarizada y será muy polémica por los actores y sus posturas políticas en lo social, lo económico y Brasil en el mundo.
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Es importante resaltar que la candidatura de la tercera vía, una alternativa que encabezó el juez Sergio Moro, ha sido descartada por su posicionamiento público y las erráticas decisiones tomadas en el desenvolvimiento de la campaña. Otros actores como el exgobernador de São Paulo, el empresario João Doria, se propone como alternativa, pero no cuenta con la proyección ni la solidez como para representar una opción con posibilidades reales ante las candidaturas de Jair Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva. Las elecciones en Brasil son dos vueltas, pero gana en la primera quien logre sacar una cantidad de votos mayor al 50 % del registro electoral.
Brasil es un país muy interesante para los grandes intereses de multimillonarios y corporaciones. Por esta razón, comienzan a posicionar posibles escenarios de violencia que podrían ocurrir de resultar perdedora la izquierda. Las grandes empresas tecnológicas, en un pacto oficial con el Tribunal Superior Electoral, se preparan para ello. Lo mismo que le hicieron a Donald Trump es algo que quieren intentar con Jair Bolsonaro ¿Se dejarán los brasileños quitar la elección o lucharán para defender sus votos frente a los mismos actores políticos que a través de procesos dudosos han llegado al poder? Sobre esto y más en esta entrega.