English El viernes 27 de enero un helicóptero de la la Fuerza Aerea Ecuatoriana (FAE) se estrelló en la provincia de Napo, en la región Centro Norte de Ecuador. Tras el accidente, un nuevo escándalo de corrupción salió a la luz.
En 2008, el entonces ministro de Defensa, Javier Ponce, firmó un contrato con Hindustan Aeronautics Limited (HAL), una compañía aeroespacial india, por la compra de siete helicópteros HAL Dhruv , valorados en US$45 millones. Seis años más tarde, cuatro de las naves han caído —dos de estas el pasado mes de enero— mientras que las tres restantes fueron retiradas temporalmente de servicio hasta que sean sometidas a una inspección técnica.
Una serie de accidentes sospechosos
En octubre de 2009, durante un desfile militar por las celebraciones del 89º aniversario de la FAE, el entonces comandante general Rodrigo Bohórquez anunció “un nuevo camino en la aviación de rescate” en el país ante la llegada de una nueva flota de helicópteros Dhruv adquiridos por la institución.
Minutos más tarde, ocurrió el primer accidente con uno de las naves indias. En el medio de la celebración, el helicóptero se estrelló abruptamente, aunque los pilotos no resultaron heridos.
Tras el incidente, se abrió una investigación que determinó que el accidente ocurrió debido a un error humano. No obstante, durante el procedimiento se detectaron varias irregularidades en las características técnicas de la flota.
Aunque el contrato indicaba que los componentes de los helicópteros debían ser nuevos, el controlador general ecuatoriano descubrió que los aviones contenían partes de años anteriores: cuatro motores fueron fabricados en 2007, uno en 2006 y otro en 2005. Además, las aeronaves no cumplían con los estándares FAR ni JAR, certificados internacionales de seguridad aérea emitidos por la Administración Federal de la Aviación de los Estados Unidos.
Gab Robins, una compañía que ofrece servicios de valoración daños, también llevó a cabo una auditoría técnica de la FAE a finales del 2009. La empresa determinó que los helicópteros Dhruv estaban “peligrosamente limitados” con relación a las operaciones, presumiblemente debido a fallas mecánicas.
En la misma línea, concluyeron que era “sorprendente que los helicópteros estuviesen certificados para cualquier propósito, civil o militar”. Sin embargo, la FAE rechazó la investigación y cuestionó la legitimidad de la compañía.
Más tarde, en febrero del 2014, el segundo helicóptero de este tipo —destinado exclusivamente para uso presidencial— se estrelló y causó la muerte de tres pilotos. Se inició otra investigación, y una vez más, las conclusiones arrojaron que se trató de un accidente causado por un error humano.
Más recientemente, en enero del 2015, otros dos helicópteros Dhruv se estrellaron en menos de 15 días, y causaron la repertura oficial las investigaciones en torno a la adquisición de la flota.
La caída fue anunciada
Jorge Gabela, comandante de la FAE entre enero del 2007 y abril del 2008, se opuso rotundamente a la compra de estos helicópteros, pues, en su opinión, estos no cumplían con lo requerimientos técnicos y operativos de la fuerza. La adquisición no se hizo oficial hasta que fue removido de su puesto.
No obstante, Gabela no se quedó de brazos cruzados. En 2009, informó a la prensa sobre las irregularidades en torno a los helicópteros y aseguró que ser víctima de una “persecución” por no autorizar la compra de las aeronaves indios.
“No tienen ninguna certificación. Chile hizo un estudio para adquirirlos, pero no pasaron la prueba (…), tienen demasiados problemas de motor, de rotor…”, indicó al periódico local El Universo.
En diciembre de 2010, Gabela murió 10 días después de haber recibido un balazo cuando estaba en su residencia bajo circunstancias que, hasta este día, permanecen sin esclarecer.
Patricia Ochoa, viuda de Gabela, denunció públicamente que la investigación sobre la muerte de su esposo tuvo muchas lagunas, y que personas vinculadas al caso —tales como otros oficiales de la FAE— nunca fueron objeto de escrutinio.
“Fue en este Gobierno que mi marido denunció su persecución en plena asamblea, fue en este Gobierno que mi marido fue amenazado en pleno recinto legislativo, fue en este Gobierno que a mi marido lo asesinaron”, expresó.
Gabela se opone a la compra de los Dhruv, lo asesinan, se caen 4, pero no tiene nada que ver. Deben pensar que somos bien pendejos
— Arturo Moscoso Moreno (@artumoscoso) February 4, 2015
Turbia investigación
Roberto Meza Niella, el criminólogo argentino contratado por el Gobierno de Rafael Correa en 2013 para conducir las investigaciones forenses en torno a la muerte del difunto comandante Gabela, reportó el pasado jueves 5 de febrero que se le pidió borrar parte de su informe.
Aseguró que María Fernanda Espinosa —ex ministra de la defensa y actual embajadora de Ecuador en las Naciones Unidas (ONU)— le pidió no incluir las acusaciones que Gabela hizo tras la adquisición de los siete helicópteros Dhruv.
Espinosa ha negado las acusaciones y expresó que constituyen una falta de profesionalismo por parte de Meza.
El nuevo "mentirosito" a desmentir por parte de la maquinaria oficialista: el perito argentino Roberto Meza del caso Gabela – Dhruv.
— robot ultramoderno (@jotacelira) February 5, 2015
Ledy Zúñiga, ministro de justicia de Ecuador, declaró que algunos de los involucrados en la investigación buscan “generar falsas expectativas” sobre el asunto, y del mismo modo rechazó igualmente las declaraciones del criminólogo argentino.
No obstante, los legisladores de la oposición Fausto Cobo y Diego Salgado presionaron en enero para que se reabriera el caso y se investigue de forma exhaustiva tanto al ministro de Defensa, como a los jefes de la FAE. La nueva Comisión de Auditoría responsable del caso debe presentar su primer reporte dentro de los próximos 90 días.
Editado por Adam Dubove