English La sección de atención sanitaria de la Seguridad Social del Ecuador está en crisis. El hospital estatal Teodoro Maldonado Carbo, el más grande del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) en Guayaquil, ha acumulado US $900 millones en deudas desde 2008, sin un final a la vista.
La corrupción, las fallas en el desempeño, las quejas de los usuarios y la falta de medicamentos e insumo, son algunos de los problemas que han plagado el hospital. Después de una exhaustiva investigación que comenzó en diciembre, los investigadores lo declararon en “estado de emergencia” el 21 de enero.
Desglose Institucional
La crisis del Hospital Teodoro Maldonado Carbo puede dividirse en dos categorías: problemas financieros y administrativos.
Por un lado, los ingresos que recibe la institución son insuficientes para financiar la atención médica para los jubilados y los empleados de la nación, que están inscritos automáticamente. Para 2015, el presupuesto aprobado para el IESS es $7,2 mil millones, de los cuales $ 1.7 mil millones se destinan a la atención médica.
Felipe Pezo, portavoz del Consejo Directivo del IESS, proyectó que el déficit del área médica aumentará a $960 millones en 2015.
Por otro lado, las luchas internas administrativas han sumido en el caos al hospital. En diciembre y enero solamente, la junta nombró a tres nuevos directores de la institución. PanAm Post se comunicó con Wendy Chávez, una de las nuevas directoras, que posteriormente fue removida del cargo, pero dijo que no estaba autorizada para ofrecer declaraciones.
Demoledor informe del #IESS sobre su hospital. http://t.co/gCaKXjlLxn pic.twitter.com/rv7RZws20H
— Diario Expreso (@Expresoec) January 29, 2015
Por otra parte, el informe de una investigación realizada en diciembre por el gerente del hospital en el momento, Marlon Manya, reveló 33 áreas con necesidad de atención urgente. Además de la falta de camas, medicamentos y suministros, se incluye el hacinamiento, equipos dañados en áreas críticas, y la falta del permiso de funcionamiento otorgado por el cuerpo de bomberos.
Con respecto a cómo van a resolver los problemas mencionados, las fuentes de comunicación oficial dentro del hospital han ignorado la solicitud de declaraciones para el PanAm Post.
Más dinero, pero ¿de dónde?
El IESS es administrado por el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (BIESS), que a su vez es parte del Ministerio de Finanzas. En los últimos meses, se hicieron dos reformas legales, a través de las cuales se le han asignado más fondos a esta institución.
En primer lugar, la última reforma a la Ley del Seguro Social se aprobada a finales de septiembre de 2014. A través de esta, el BIESS tomó el control de 54 fondos de pensiones privadas, que ahora son de su competencia. En total, el valor de estos fondos asciende a $936 millones, incluyendo $430 millones pertenecientes a más de 147 mil profesores.
En segundo lugar, la Ley de Justicia Laboral tuvo su primer debate a principios de enero en la Asamblea Nacional. De aprobarse, su objetivo es ampliar el sistema de la Seguridad Social para cubrir a aquellos que realizan trabajo doméstico, incluyendo amas de casa; pero la financiación provendrá de los que ganan más de $8.160 al año.
La revista local Plan V explica que “de acuerdo con la retórica del presidente, para proporcionar seguridad social a aquellos que realizan trabajo no remunerado en el hogar, era indispensable afectar los derechos de los demás”.
Sin embargo, analizado en detalle, el proyecto de ley mencionado todavía es limitado en su alcance. Las amas de casa que den uso a la ley, serán excluidas de la cobertura médica y diversos descuentos en compras aprobadas con cargo al fondo.
Plan V indica que no está claro el mecanismo por el cual el “excedente” de quienes tienen mayores ingresos financiará el sistema de la Seguridad Social de aquellos que realizan trabajo doméstico. La ley sólo establece que el dinero “será entregado al sistema de prestaciones de solidaridad de la Seguridad Social”.
Afirma la publicación: “La única certeza es que el destino de este ‘excedente’ irá al IESS y estos fondos serán gestionados por el BIESS.”
Sin embargo, desde el año 2008 la población con cobertura de la Seguridad Social se ha triplicado, de 2,7 a 8,9 millones. Esto se debe a la reforma de 2010, que amplió los servicios de salud para los hijos de los asegurados menores de 18 años, sin costo alguno para ellos. Desde el principio, hubo un déficit de atención médica que llegó a $288 millones en 2011.
El pilar de Correa es el gasto público
Milica Pandžić, miembro del consejo ejecutivo de Estudiantes por la Libertad en Ecuador, dijo a PanAm Post que la mayoría de los proyectos de ley aprobados por este gobierno, a pesar de sus nombres “rimbombantes” y objetivos diferentes, se derivan en una sola pieza evidente, la deuda pública.
“El pilar fundamental de este gobierno es el agresivo gasto público … Hoy, el petróleo ‘nos ha fallado’ —para citar a nuestro presidente—, y somos nosotros, los ciudadanos, quienes debemos ahora ajustar nuestros presupuestos para hacer frente a las dificultades económicas que son generadas desde arriba”, dijo Pandžić.
En referencia a los planes de pensiones asignadas, ella explica que éstas surgieron para satisfacer las necesidades de los trabajadores que ni el sistema financiero privado ni el IESS asistían de manera eficiente.
“Con una administración privada”, asegura, “los participantes de estos fondos tenían su dinero –de jubilación– asegurado a futuro y tenían beneficios, como acceder a préstamos de una manera más rápida. Ahora, con una administración pública, el panorama se vuelve borroso.”
“El mismo principio podría aplicarse a los límites de los ingresos de los trabajadores …. el Estado se está apropiando del dinero de los ciudadanos con otros caminos además de los impuestos, violando una y otra vez el derecho a la propiedad privada y disminuyendo los incentivos para seguir produciendo y
generando riqueza en este país”.
Pandžić cree que el exceso de gasto público es un gran defecto de la administración de Correa: “El mayor error de este gobierno siempre ha sido centrarse en ‘lo que se ve’ (el gasto público y los resultados inmediatos), pero no entiende que también existe, como diría Bastiat, “lo que no se ve”, que en nuestro caso sería toda la prosperidad y las posibilidades que este país se está perdiendo, mientras se ahoga en deuda pública”.
Editado por Fergus Hodgson.