“La dictadura progre es una mordaza sutil que se le impone a toda la sociedad como resultado de una hegemonía brutal del espectro ideológico izquierdo”. Un grave proceso de degeneración democrática está teniendo lugar en España de la mano del socialista Pedro Sánchez y de la comunista Yolanda Díaz, dice el “Capitán Bitcoin” en entrevista para el PanAm Post.
Se trata de un español de Valencia de 31 años de edad, que para evitarse problemas de persecución política en su tierra, donde trabaja en áreas gubernamentales, prefirió usar este sobrenombre al publicar su nuevo libro, titulado: “Disidencia Activa. Manual contra la Dictadura Progre”, que acaba de salir al mercado y está disponible en Amazon.
Ha dedicado un año a escribir este libro porque –recalca- “es extremadamente necesario y urgente explicarle a la gente que hay actores con una agenda bien definida que no les beneficia”.
“España es un país con una tolerancia racial, sexual y social de las más elevadas del mundo. Pero la tolerancia política deja mucho que desear. Aquí pueden matarte si llevas unos tirantes con la bandera de tu país, y muchos se alegrarían de esa violencia salvaje sin siquiera condenarlo”, dice el autor, para quien un “progre” es una persona que ha sido “condicionada por el sistema hegemónico socialista”.
El progresista es alguien que “cree que tiene independencia de pensamiento, que conoce la historia, que está en posesión de la verdad y se siente más legitimado moralmente que el resto, pero en realidad tan solo ha sido condicionado a base de ingeniería social sutil y permanente desde niño”.
La hegemonía cultural de la izquierda hace que te maten por llevar tirantes con la bandera de tu país, que solo haya cómicos de izquierda, que no puedas decir lo que piensas o que tengas que cobijarte bajo seudónimo para no perder el trabajo. ¿Hay solución? Si: Disidencia Activa. pic.twitter.com/iOWSNVwBd3
— Capitán Bitcoin (@CapitanBitcoin) February 6, 2022
El Capitán Bitcoin hace referencia a la imposición de una agenda ilegítima, puesto que nadie ha elegido a las élites que pretenden planificar nuestro futuro, que opera contra los valores de nuestra civilización y que atenta contra su prosperidad y su bienestar. “Baste decir para entender la verdadera naturaleza de esta agenda, que los encargados de implementarla en España han sido hasta ahora Pablo Iglesias y Enrique Santiago”, explica.
En su deriva anticatólica y de derribo cultural de nuestra tradición cristiana, el socialismo español prefiere el inclusivismo y el multiculturalismo –critica-, lo que en la práctica supone la llegada de miles de africanos con una religión y cultura muy distinta, a veces opuesta a los valores occidentales.
¿En qué consiste la dictadura progre a la que haces referencia?
La dictadura progre es una mordaza sutil que se le impone a toda la sociedad como resultado de una hegemonía brutal del espectro ideológico izquierdo. En ella en principio eres “libre” de expresarte, pero en la práctica en muchos casos corres un riesgo de mayor o menor intensidad, donde decir lo que piensas pasa factura. Cuando eres minoría ideológica las cosas se complican, porque el sector ideológico dominante impone su discurso, impone sus temas tabúes que no pueden ser tratados, e impone una narrativa determinada de enfocar todos los aspectos. Así pues, puedes verte en la situación de no ser entendido ni por tu propia familia o amigos. Puedes ser estigmatizado en tus círculos sociales bajo insultos como “fascista”, “ultraderechista”, “negacionista”… Puedes ver peligrar amistades por una simple expresión honesta de tus ideas. Puedes incluso perder el trabajo que te da de comer. Es el resultado, como digo, de la imposición y el condicionamiento a lo largo del tiempo de un determinado marco ideológico.
¿Qué entiendes por “progre”?
Un progre es una persona que ha sido condicionada por el sistema hegemónico socialista. Cree que tiene independencia de pensamiento, que conoce la historia, que está en posesión de la verdad y se siente más legitimado moralmente que el resto, pero en realidad tan solo ha sido condicionado a base de ingeniería social sutil y permanente desde niño. No es casual que en España solo haya cómicos de izquierdas, que la mayoría de raperos sean comunistas, o que no puedas decir abiertamente que votas a ciertos partidos. Esto responde a una dominancia de un sector ideológico sobre todos los demás. Este sector en España se llama progresismo, y participan de él la mayor parte de ciudadanos del país. Así nos encontramos que ser conservador es sinónimo de ser fascista, y ser liberal es un pecado para la religión progre.
¿Cómo surge la idea de escribir este libro?
Twitter es un lugar donde no puedes hilar bien el esquema de comprensión global que tienes en la mente. Es un espacio donde los mensajes se limitan, del zasca fácil, del comentario sin desarrollar. Para trasmitir algo de una forma más amplia y fundamentada tienes que salir de allí y escribir un artículo o un libro. En mi caso he dedicado un año a escribir “Disidencia Activa. Manual contra la Dictadura Progre”, porque es extremadamente necesario y urgente explicarle a la gente que hay actores con una agenda bien definida que no les beneficia.
Hablamos de una agenda ilegítima (nadie ha elegido a las élites que pretenden planificar nuestro futuro), que opera contra los valores de nuestra civilización y que atenta contra su prosperidad y su bienestar. Baste decir para entender la verdadera naturaleza de esta agenda, que los encargados de implementarla en España han sido hasta ahora Pablo Iglesias y Enrique Santiago. Dos reconocidos comunistas que se sienten muy cómodos en su papel de planificadores y con una idea de cómo tiene que funcionar la sociedad verdaderamente peligrosa. Y no son los únicos que aplauden la Agenda globalista. También simpatizan y participan de ella actores como la dictadura china, la internacional narco socialista del Foro de Sao Paulo, el partido demócrata de EEUU, y todas las socialdemocracias del planeta.
¿Agenda 2030? Dime con quien vas y te diré qué eres. Es decir, más socialismo. Más impuestos y vasallaje. Menos libertades. Planificadores ilegítimos interviniendo lo que no deben. Ciudadanos globales homogeneizados, sin espíritu, con menos peso político y sin arraigo religioso, nacional y familiar. Todos “iguales” bajo un bonito neo-feudalismo globalista. Ese es el resumen, y no debería gustarnos. Es más bello y seguro un mundo con fronteras, contra lo que dice la canción progre Imagine de John Lennon. Donde si una nación se contamina de comunismo empobrecedor y tiránico puedas huir a otro lugar más libre y reconstruir tu vida. No habría salida posible en ese mundo “unido” que imagina Lennon, ni libertad fiscal, en un mundo bajo un mismo mando. Es terrorífico. Nunca me uniría él.
¿Te refieres a casos de España o también de otros países?
El globalismo progresista es un rodillo que no se limita a un país, su meta de máximos es gobernar todas las naciones, y en todas opera con mayor o menor éxito. Claro que se vehicula mucho mejor en los comunismos, socialismos y socialdemocracias que en países más tradicionales o conservadores, como el grupo Visegrado, donde ya están vacunados contra los planificadores que pretenden transicionar a una utopía marxista cambiando al hombre con su ingeniería social.
¿De dónde proviene esta forma de actuar de los gobiernos de izquierda y qué objetivos piensas que persiguen?
La izquierda es muy afín al programa globalista en muchos puntos, por muchas razones. Por ejemplo, pretenden un nuevo ciudadano, un “nuevo hombre”, algo a lo que siempre ha aspirado el socialismo. El ya fallecido dictador Robert Mugabe, afirmaba entusiasmado sobre la Agenda 2030 que “promete un mundo nuevo y feliz, un mundo nuevo que tenemos que construir conscientemente, un mundo nuevo que exige la creación de un nuevo ciudadano global”. Como vemos son muy conscientes del proceso a seguir, porque sin ese “nuevo hombre”, bien trabajado a base de ingeniería social o de lavados de cerebro al estilo Xi Jinping, el mundo horroroso que pretenden sería mucho más dificil. Al menos sin el uso de las armas (algo a lo que son muy afines también). Pero sin armas el único camino es el marcado por el ideólogo Gramsci y la Escuela Fabiana, que ya dijeron hace mucho que el control se consigue más fácilmente a través de un proceso de ingeniería social y de colonización cultural, a través del cual es más efectivo modificar de raíz la esencia cultural de las sociedades y dar el paso sin traumas al socialismo. Poco a poco, como una rana en una olla a fuego lento, quieren cocernos sin que nos demos cuenta. Hay que movilizarse y concienciar más sobre ello, y promocionar las barreras necesarias para que no tengan éxito en su movimiento homogeneizador. Esas barreras son la familia, el patriotismo y los valores de la libertad.
¿Es sólo “socialdemocracia” o socialismo marxista posmoderno en general?
La socialdemocracia es la forma más sofisticada de socialismo. Dice haber renunciado a la violencia inherente al marxismo para imponer su modelo, y en teoría, toma otras vías más democráticas para alcanzarlo. A partir de los años 90 la socialdemocracia se modernizó en Europa, se tomó la llamada “tercera vía”, que apostaba por una economía mixta pero algo más liberal en lo económico. En España por cierto no llegó esa tercera vía. El PSOE es un partido mucho más socialista que sus primos del norte. Y en Sudamérica tampoco existe nada parecido a la socialdemocracia, siendo países también puramente socialistas con bajísima libertad económica.
Desde luego que la socialdemocracia es mejor que el socialismo, pero no hay que olvidar que son primos hermanos, y tiene sus propias perversiones. En el libro las desarrollo todas. Pero resumiendo es un ecosistema para que prosperen los desequilibrios presupuestarios (gastan cuando hay vacas gordas porque hay mucho, y en vacas flacas para “estimular” la economía). Tienden a expoliar a los creadores de riqueza. Dan cobijo y promueven el feminismo de corte marxistas y la acientífica ideología de género. Son contrarios a la energía nuclear, cuando es la más eficiente de la que disponemos, empobreciendo a los países con cambios prematuros de modelo energético. Hacen leyes ideológicas que pretenden incluso cambiar la historia. Impulsan un multiculturalismo inconsciente e indiscriminado, que es una islamización en la práctica, con consecuencias negativas que se empeñan en esconder para que no se dañe su discurso buenista e inclusivo… Y hay más cosas. Pero nos extenderíamos demasiado.
¿Qué métodos usa el Estado en España para imponer esta dictadura?
El socialismo lleva décadas trabajando para cambiar el sustrato cultural español. Desde antes de la movida madrileña. Felipe González estuvo casi década y media en el poder. Desde entonces el modelo no ha cambiado. Las universidades son suyas, las calles siempre han sido suyas, y la narrativa también la dominan. En el caso concreto de Pedro Sánchez, el hombre del PSOE que más poder y menos contrapesos ha tenido desde la Transición, vemos que ha colonizado la Fiscalía General del Estado con Dolores Delgado, cuya pareja es Baltasar Garzón, vinculado con las peores dictaduras socialistas sudamericanas. Tiene al CNI y la cúpula de las FFCCSE bajo su control. También el CIS, Correos, El Tribunal de Cuentas, el Defensor del Pueblo, ha subvencionado con gran generosidad a los medios del duopolio mediático (ahora bajo su control), por supuesto manda en RTVE… la pregunta no es qué ha colonizado sino lo que le queda por controlar. Después de su pasado, donde perpetró un pucherazo en 2016 en el seno de su propio partido (por lo que fue expulsado), de todas las jugadas inconstitucionales y las jugadas utilizando la Presidencia del Congreso para sus fines, la gente no es consciente del peligro que supone para la democracia del país. Estamos anestesiados. En un punto donde podrían no darse elecciones limpias en mucho tiempo.
En el libro mencionas al Islam como práctica protegida. ¿Quiénes lo protegen y para qué? ¿Qué se prevé con la presencia del Islam en Occidente a largo plazo?
En su deriva anti católica y de derribo cultural de nuestra tradición cristiana, el socialismo español prefiere el inclusivismo y el multiculturalismo, lo que en la práctica supone la llegada de miles de africanos con una religión y cultura muy distinta, a veces opuesta a los valores occidentales. Es un tema de ignorancia. No conocen lo que es el Islam. Piensan que es lo mismo que el cristianismo, solo que en vez de Jesús pones a Mahoma y en vez de la Biblia, el Corán. Pero no. Hace falta acercarse a la vida de Mahoma (que era un conquistador militar), a la tradición, y a los libros principales de la religión, para entender qué es realmente el Islam. Un sistema totalitario que ordena el ámbito político, religioso, legislativo, e incluso las costumbres de higiene y sexuales. El occidental medio desconoce por completo todo eso, y mucho, muchísimo más, un progre.
¿Por qué consideras ha prosperado la ideología de género y el ecologismo?
Ambas son cabezas de la hidra del globalismo progresista. La ideología de género trata de engañar diciendo que existe una nueva desigualdad, la de los géneros, donde la mujer y los que se autoperciben diferente, están sometidos y continuamente maltratados por una estructura de la sociedad de tipo patriarcal. Algo acientífico y falso en España. Entra dentro de la estrategia globalista, en cuanto a que atribuyen un “género” a las personas, en lugar de “sexo”, haciéndolas mucho más neutras y susceptibles de cambios. Casa bien con su idea de alcanzar un ser humano más fluido, maleable, relativo y manipulable. Ese “hombre nuevo”.
La calentología climática, también trata de engañar, pero diciendo que existe una urgencia alarmante, que no tenemos tiempo, que las aguas nos van a sepultar. Pero no concreta el porcentaje de responsabilidad humana en ese calentamiento que se da por el periodo climático natural en el que estamos. En contextos de urgencia las élites pueden intervenir sin ninguna oposición de la masa, y eso es precisamente lo que aprovechan, la hipersensibilización social que hay con el tema ecológico, para subirnos los impuestos y hacer y deshacer a su antojo cuanto gusten.
¿Qué se puede hacer para luchar contra la dictadura progre y sus secuaces, en España e Hispanoamérica?
En el libro hago mi aportación al respecto. Dedico todo un bloque a desarrollar acciones concretas a nivel individual y colectivo para frenar esta deriva tan peligrosa. Hablo de muchas cosas que pueden hacerse, e incluso de como afrontar las discusiones de la mejor forma posible para convencer. Hablo de las creencias y la ley de la realidad dominante. De cómo dar la batalla cultural en redes sociales o de ciertas tácticas de persuasión política. El cambio nace de individuos conscientes y movilizados, no de la masa torpe e ignorante. Y esto vale tanto para España como para cualquier país de Sudamérica. En ambos continentes es muy, pero que muy necesaria esta lucha.
¿Quién es Capitán Bitcoin?
Bueno, Capitán Bitcoin no es más que un joven valenciano de treinta y un años al que siempre le ha gustado escribir, pensar y crear.
Al principio, hace diez años, utilizaba la cuenta de Twitter para informarme sobre una tecnología naciente, la blockchain, y las posibilidades de inversión que se abrían en el mercado (de ahí el nombre de mi perfil). Pero todo cambió hace unos 4 o 5 años, cuando la gente empezó a seguirme a cientos por los disruptivos comentarios políticos que hacía. Al principio fueron 10.000, luego 20.000 y así hasta los 75.000 actuales. Por el camino tomé conciencia de que la cuenta podía tener un papel mucho más activo y útil para la sociedad de lo que pensaba. Pero lo importante no soy yo ni el perfil en sí, sino las ideas y enfoques que trato de trasmitir.
Como español veo con gran preocupación el proceso de degeneración democrática que está teniendo lugar en nuestro país de la mano del socialista Pedro Sánchez y de la comunista Yolanda Díaz.
Observo como están aumentando la presión fiscal a costa de los creadores de riqueza, como han comprado con subvenciones públicas todos los medios de comunicación, como han colonizado los estamentos judiciales y las cúpulas de las empresas públicas, como han silenciado a la sociedad civil y a los sindicalistas a base de censura y de llenarles las bocas de billetes, y como están violando una y otra vez la ley sin consecuencias personales. Ante todos estos atropellos anti democráticos, los que amamos España tenemos que movilizarnos y oponernos frontalmente. Y eso también incluye las redes sociales, un campo de batalla cultural que muchos subestiman.
¿Por qué el anonimato?
Bajo el anonimato muchas personas podemos hablar con unos niveles de libertad mucho más altos de los que nos permitiríamos si habláramos desde nuestra identidad real. Hay que entender el contexto. España es un país con una tolerancia racial, sexual y social de las más elevadas del mundo. Pero la tolerancia política deja mucho que desear. Aquí pueden matarte si llevas unos tirantes con la bandera de tu país, y muchos se alegrarían de esa violencia salvaje sin siquiera condenarlo. Yo hablo sin tapujos de temas tabú para el sistema socialdemócrata imperante, en vigor desde hace 44 años. La dictadura progresista en la que se ha convertido la política se escandaliza de todo punto de vista liberal o conservador, y si no pueden censurarte van a por ti a nivel personal. Aquí puedes perder el trabajo, ser agredido o verte sometido a la marginación social si no participas de la ideología hegemónica. A los que no cobramos un sueldo público exponernos no nos compensa. Solo trae consecuencias negativas para nosotros.