
El gobierno de Mauricio Macri intenta levantarse tras la derrota política sufrida este jueves, luego que los senadores del bloque kirchnerista, Frente para la Victoria y gobernadores peronistas, decidieron no apoyar la reforma electoral que incluía el uso de la Boleta Única Electrónica (BUE).
Este jueves el bloque opositor compuesto por el kirchnerista Frente para la Victoria y el Partido Justicialista (FpV-PJ) hizo valer su condición de mayoría en la Cámara del Senado para frenar la iniciativa, basándose en el testimonio de los “expertos informáticos” y sus explicaciones sobre “la alta vulnerabilidad de algunos de los métodos propuestos”. Solo se comprometieron a “seguir analizando herramientas que permitan mejorar el sistema electoral”.
El diario La Nación señala en una nota publicada este viernes que la estrategia del macrismo será “exponer” a todos los que prefieren seguir usando la boleta de papel que fue cuestionada en las elecciones de 2015.
El diario argentino destaca que en la Casa de Gobierno cayó muy mal que gobernadores peronistas, que la semana pasada habían garantizado su apoyo a la reforma política, ayer decidieran boicotearla.
El secretario de Asuntos Políticos de la Nación, Adrián Pérez, fue el primero en tomar la iniciativa contra quienes rechazan la reforma electoral. El funcionario señaló a La Nación que los senadores y gobernadores del Partido Justicialista “dieron una clara señal de que prefieren mantener su poder feudal en muchas provincias antes que cumplir con la demanda ciudadana de elecciones limpias, equitativas y transparentes”.
En una reunión el presidente Macri les dijo tanto a Pérez como al ministro de Interior Rogelio Frigerio, que hay que seguir adelante con las gestiones para aprobar la reforma.
“Vamos a lograr aprobarlo a la larga, aunque haya resistencia, es una demanda ciudadana y no tienen alternativa”, les habría dicho el mandatario nacional a sus funcionarios, según reseña La Nación.
“Vamos a seguir trabajando para terminar con el robo de boletas, los malos conteos de votos, las demoras de los resultados, las listas colectoras, porque así lo ha marcado la ciudadanía”, insistió Pérez.
Entre los gobernadores que habían garantizado su apoyo y que este jueves se retractaron están los de las provincias de San Juan (Sergio Uñac), de Santiago del Estero (Claudia Ledesma), de La Rioja (Sergio Casas) y La Pampa (Carlos Verna).
Este viernes el gobernador de la provincia de Entre Ríos, Gustavo Bordet (FPV-PJ), se distanció de sus colegas peronistas señalando que “negar la tecnología es retroceder”.
“El sistema actual es engorroso y termina deslegitimando las candidaturas. Entiendo que más temprano que tarde tendrá que darse este debate que mejora la calidad democrática y de las instituciones también”, añadió el gobernador Bordet en declaraciones que fueron publicadas en Clarín.
“Como en todos los órdenes de la vida necesitamos la tecnología y negar la tecnología es retroceder”, consideró el mandatario provincial en radio Rivadavia, en disidencia con la postura de sus pares justicialistas.
El proyecto de reforma política había obtenido media sanción en la Cámara de Diputados, pero al ser rechazado por los senadores del bloque Frente para la Victoria (kirchnerista)- Partido Justicialista con mayoría en la Cámara alta, quedará congelado por este año en el Congreso ya que no será tratado en las sesiones extraordinarias convocadas por el gobierno y que se realizarán entre el 1 y el 30 de diciembre.