
El presidente argentino Mauricio Macri se reunió este martes en la residencia presidencial con ocho gobernadores de oposición que respaldaron la reforma electoral que el Gobierno impulsa en el Congreso.
El proyecto de reforma política tiene entre sus principales propuestas el uso de la Boleta Única Electrónica (BUE) y recibió el apoyo de los gobernadores peronistas Domingo Peppo (Chaco), Juan Schiaretti (Córdoba), Juan Urtubey (Salta), Mario Das Neves (Chubut), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y de los mandatarios Alberto Weretilneck (Río Negro) y Omar Gutiérrez (Neuquén).
La reforma electoral ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados y comenzará a discutirse en comisiones en la Cámara alta donde hay resistencia por parte del kirchrerismo, lo que demorará su aprobación definitiva.
Tras la reunión con los gobernadores, el ministro de Interior Rogelio Frigerio señaló en una rueda de prensa que “la expectativa es que los ciudadanos tengan más confianza en el proceso electoral”.
El funcionario indicó que el objetivo es que el año que viene todo el país pueda votar con la BUE, sin embrago, reconoció que “se está discutiendo la posibilidad de aplicar cierto gradualismo y dejar una puerta abierta en aquellos lugares a los que no se llegue”.
“Queremos votar distinto en 2017 y queremos una tecnología que permita el doble control. La tecnología específica para cada elección va a tener que ser homologada por la Cámara Federal Electoral”, dijo Frigerio para referirse a la polémica sobre la confiabilidad del chip que el Gobierno quiere incorporar a la boleta.
Seguimos trabajando con los gobernadores para que los argentinos puedan votar mejor #ReformaPolítica pic.twitter.com/KI07FJaapI
— Rogelio Frigerio (@frigeriorogelio) November 15, 2016
El diario La Nación detalla que se esta estudiando una fórmula intermedia que consiste en la boleta impresa mediante el sistema de pantalla táctil, parecido al que ya se usó en la provincia de Salta y en Capital Federal, pero sin chip. Se aplicaría algún sistema de conteo rápido (podría ser código QR) y un taxativo conteo manual con control de fiscales en cada mesa, señala el diario argentino.
El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, quien respaldó la iniciativa pidió “tener una representación con menos intermediación”, más allá de cuál sea la técnica que se utilice.
Por su parte, Mario Das Neves, de Chubut, aseguró que “el 70% de la gente está de acuerdo” con el sistema que propone el Gobierno. “Con el tiempo veremos qué deficiencias pueda tener (…) mucha gente se siente estafada después de votar” bajo la modalidad vigente.
El uso de la boleta electrónica ha generando desconfianza en un sector de la oposición, mientras que expertos en la materia han advertido que tiene muchos problemas que ponen en riesgo el secreto del voto y amplían la posibilidad de hacer fraude. El Gobierno se defiende negando la vulnerabilidad del sistema.
Antes de la reunión del presidente Macri con los gobernadores, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, señaló que la oposición que se opone a la BUE quiere mantener “el mismo sistema tramposo” y cuestionó que se obstaculice algo que es básico y necesario para la Argentina”.
“Esperamos que antes de fin de año le podamos decir a los argentinos que vamos a votar con un sistema transparente y confiable. Confiamos mucho en eso”, dijo Peña.
El Gobierno de Macri sigue en la tarea de sumar apoyo para que el proyecto de reforma política sea aprobado este mismo año, y así la BUE pueda ser implementada para sufragar en las elecciones legislativas de 2017. El gobierno aclaró que la premura en aprobar la iniciativa es que más allá de la incorporación de la tecnología, lleva tiempo la licitación de todos los procesos y la capacitación, entre otros factores.
El ministro de Interior asomó la posibilidad de que se convoque a sesiones extraordinarias en el Congreso para sancionar la ley antes de fin de año.