Entre las protestas de gremios docentes el gobierno de Mauricio Macri comenzó este martes a aplicar en todo el país su primera evaluación de conocimientos escolares.
La prueba Aprender 2016, que se aplica este martes 18 y el miércoles 19 de octubre, será respondida por 1.400.000 alumnos en 31.000 centros educativos públicos y privados de toda Argentina.
Los estudiantes del nivel primario deberán responder una encuesta de selección múltiple sobre lengua y matemáticas, mientras que los que están en nivel secundario responderán sobre lengua, matemáticas, ciencias sociales y ciencias naturales.
El objetivo del Gobierno de Macri es obtener una radiografía con los índices de aprendizaje escolar y el clima que viven los alumnos en el aula y en la vida familiar
El diario La Nación detalla que la prueba Aprender 2016 arrojaría información sobre los “aprendizajes alcanzados” y las “condiciones de aprendizaje”. En este último punto se evaluaría el clima y contexto, modo de empleo de nuevas tecnologías y las percepciones generales sobre el proceso educativo.
El domingo y este lunes 17 de octubre, en las redes sociales y en algunos medios argentinos se difundieron fotografías que mostraban algunas de las preguntas de la prueba. Sobre esta situación, la secretaria de Evaluación Educativa, Elena Duro, señaló “fue un acto lamentable que violó un dispositivo de evaluación, sin embargo, aseguró que la filtración de información no invalida la prueba.
“Hay múltiples modelos de prueba, eso (la filtración de preguntas) no invalida la prueba en ningún sentido”, señaló Duro en una entrevista a Radio Mitre.
“Aquel que violó la caja no representa al conjunto de los docentes del país, que están hoy trabajando en sus escuelas, aplicando el operativo Aprender”, señaló la funcionaria.
Algunas de las preguntas que se filtraron tiene que ver con la convivencia diaria en el aula: “¿Las maestras y maestros se enojan con ustedes?”, “¿Los maestras y maestros te explican los temas hasta que los entendés?”, “¿Las maestras y maestros te escuchan?”. También se filtraron algunas preguntas sobre conocimientos en el área de matemáticas.
Duro agregó que por primera vez se convocó a la comunidad educativa para trabajar en la elaboración de la prueba, lo que era un reclamo de los gremios.
Datos oficiales citados por La Nación indican que en la aplicación de la prueba participan 31.365 directores de escuelas y 71.606 maestros y profesores.
La prueba fue rechazada por algunos colegios porteños y de la provincia de Buenos Aires. La Nación destaca que las instalaciones de algunos centros educativos fueron tomadas por algunos alumnos que no están de acuerdo con la evaluación.
Por su parte, los gremios docentes mostraron su descontento con la prueba Aprender 2016 por considerar que tiene un “sesgo tecnocrático” y pidieron a los docentes que no trabajaran como “aplicadores” de la evaluación.
“Las evaluaciones estandarizadas de aprendizaje nunca evalúan todo lo que se aprende porque siempre se realiza un recorte intencionado del currículo”, sostuvo el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires en un comunicado.
“Las pruebas fueron confeccionadas utilizando ítems de respuestas cerradas, condición que reduce al mínimo la retroalimentación en las escuelas”, dice el comunicado.
El gremio Ademys, que reúne a los maestros porteños, argumentó que se busca desligar al Estado de sus obligaciones. “El objetivo es generar información sobre las escuelas para descargar la responsabilidad de la situación de la educación en los estudiantes, docentes y familias, desligando al Estado de su rol de garante de derechos. Así buscan justificar medidas de ajuste”, señalaron.
El titular del Sindicato de Docentes Argentino (UDA), Sergió Romero, indicó que la prueba no tiene en cuenta el contexto ni las condiciones de aprendizaje de los alumnos considerándolos como” simples objetos de estudio y no como sujetos de aprendizaje”.
“Este tipo de exámenes tienen un carácter meramente censal, que reduce el concepto de calidad educativa sólo a resultados que reflejan una realidad educativa totalmente sesgada”, afirmó el sindicalista.
El presidente defiende la prueba
El mandatario nacional negó que se busque hacer un ranking de las escuelas y colegios de todo el país y afirmó que el objetivo es tener un diagnóstico para “mejorar” la educación.
“Hoy sabemos que sólo dos de cada cuatro chicos que empiezan la escuela logran finalizarla. Y de los dos que llegan a esta meta, sólo uno comprende textos. Estos datos no pueden pasar desapercibidos”, dijo Macri en una columna publicada en la agencia Noticias Argentinas.
“El único camino para salir de la pobreza es que todos los chicos, en cada rincón del país, tengan la misma posibilidad de aprender, de conectarse, de desafiar sus propios límites y de construir su futuro de la mano de sus docentes”, agregó el presidente.
Macri explicó que la prueba Aprender 2016 le va a permitir a su gobierno “medir la calidad educativa en todo el país”.
“Probablemente debamos enfrentar resultados difíciles, pero los problemas no desaparecen mirando hacia otro lado”, añadió.