
La situación jurídica del sindicalista argentino Omar “Caballo” Suárez, quien estuvo 27 años al frente del Sindicato de Obreros Marítimos (SOMU), se complicó considerablemente con el hallazgo en las oficinas del gremio de armas y municiones de uso prohibido.
El sindicalista “favorito” de la exmnadataria Cristina Kirchner se encuentra detenido desde el 13 de septiembre por los delitos de asociación ilícita, administración fraudulenta y coacción, cometidos cuando fue titular del gremio de los obreros marítimos.
Antes, había sido procesado por haber entorpecido las vías navegables y extorsionar a empresarios pidiendo sobornos para dejar circular sus barcos.
En las oficinas del gremio encontraron seis pistolas semiautomáticas y municiones de minimagnum encamisadas en cobre de punta hueca cuyo uso está prohibido por la ley.
El Registro Nacional de Armas (Renar) elaboró un informe con las seis pistolas que estaban registradas legalmente y que tenían permiso de tenencia y portación de armas. Las pistolas automáticas son una Ruger calibre 40 PLG, una Brno 9 mm, una Smith & Wesson, una Browning 9 mm, una Beretta 9 mm y una Walther 9 mm.
La prensa local destaca que el permiso de porte de armas generalmente lo obtienen custodios de blindados o personas bajo amenazas de muerte. No obstante, el sindicalista Suárez tenía uno de los permisos de porte de armas sin cumplir con estas características.
Los otros permisos de portación, que en estos momentos se encuentran vencidos, están a nombre de los exdirectivos del SOMU Juan Fuentes, Juan Medida, Mario Morato, Oscar Ortie, Omar Suárez y Oscar Alberto Suárez. Todos los permisos fueron otorgados durante los gobiernos kirchneritas.
El diario Clarín reseña que que el exdirectivo Nicolás Fuentes, está acusado por haber amenazado de muerte a la interventora del sindicato, la diputada del partido oficial PRO, Gladys González.
El exdirectivo del SOMU Jorge Vargas le dijo a la televisora TN este lunes que Suárez siempre andaba armado y lo describió como un hombre “peligroso”. “Sacaba de su escritorio en la oficina las pistolas y las ponía por arriba de la mesa”, señaló Vargas.
“Esto de sacar un arma y ponerla sobre la mesa cuando hablaba, no lo hacía solo con nosotros, sino también con dirigentes y cuando se tenían diferencias gremiales con él”, agregó el exsindicalista.
El exdirectivo del SOMU advirtió que podría haber más armas en las oficinas del sindicato de Marítimos porque, según detalló, Suárez “tenía armas y escopetas a la vista de todos”.
Clarín reseña que Suárez tomó por asalto la sede del SOMU en 1989 y tres años después reemplazó al por entonces secretario general, Juan Arce, de quien era chofer y guardaespaldas. Se hizo seguidor del expresidente Carlos Menen (1989-1999) , más tarde se acercó al exmandatario Eduardo Duhalde (2002-2003), hasta que en 2003 pasó a militar en el kirchnerismo.
Durante los 27 años liderando el gremio de los trabajadores Marítimos nunca permitió diferencias internas, lo que logró amenazando a los que intentaron disputarle el control del sindicato.