La expectativa que se había creado alrededor de la posibilidad de que los trabajadores argentinos reciban un bono de fin de año bajó un poco el tono este lunes cuando empresarios manifestaron que “dependerá de cada sector” y que es difícil que se establezca un monto común.
El bono de fin de año es una de las solicitudes hechas por la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT) la semana pasada al gobierno, y que está siendo estudiada dentro del plazo de diez días que se acordó para que el Ejecutivo de respuestas a los sindicalistas.
Tras una reunión el jueves pasado el gobierno de Mauricio Macri logró frenar, por el momento, la decisión CGT de ir a un paro de 24 horas este mes. Entre los reclamos de los sindicalistas al Gobierno se suma también la exención de Ganancias en el próximo medio aguinaldo.
Este lunes el vocal de la Unión Industrial Argentina (UIA) José Urtubey, aseguró que le parecía bien como “concepto” el otorgamiento de un bono de fin de año, pero que “dependerá de cada sector.
“Las paritarias (negociaciones de los salarios) y los bonos dependen de cada sector. Hay realidades disímiles entre uno y otro. Suena difícil que pueda haber un parámetro común para todos. Me parece bien como concepto buscar un bono para fin de año, pero dependerá de cada sector”, señaló Urtubey.
El empresario descartó que pueda acordarse un monto de AR$ 4.000 (US$ 260,44) para fin como trascendió el fin de semana y aclaró que hay economías regionales que no pueden pagar esa cantidad.
“En términos industriales venimos de un año demasiado golpeados”, comentó el empresario a radio La Red. Recordó que la industria cayó 4,5 % en el primer semestre del año y que que “hubo sectores más dañados que otros”.
“Para aquellos que estuvieron ligados en el año a la delicada realidad de Brasil será diferente a otros que no pasaron por esa situación”, aclaró.
Por su parte el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Pray Gay, también intentó aterrizar las expectativas sobre el bono de fin de año, destacando este lunes que “no se acordó absolutamente nada” en la reunión que el Gobierno mantuvo con la cúpula de la CGT, sino que “se tomó nota de los reclamos”.
Pray Gay ratificó los 10 días que se acordó con la CGT para trabajar en una propuesta definitiva sobre el bono y otros temas, y que después se pondrá a consideración de los empresarios.
“Desde el gobierno veníamos elaborando algunas alternativas, pero la línea en esa reunión fue que cualquier ayuda que decida el Gobierno para fin de año va a estar concentrada en los sectores más vulnerables y los que menos tienen”, agregó.
“El año pasado nadie nos lo pidió y eximimos de Ganancias el aguinaldo y dimos un bono de 400 pesos (USD$ 26,32)a 8 millones de personas. Hay antecedente de esta gestión, naciente en ese momento, de que estamos dispuestos a hacer eso. Simplemente ahora lo ponemos en una mesa más amplia de diálogo donde están los sindicatos, los empresarios y las provincias porque no podemos dejar a nadie afuera”, dijo Prat Gay en declaraciones a radio Mitre.
El ministro admitió que la pobreza y la situación social heredada es un problema que no va a resolver solamente el Gobierno, sino que tienen que estar todos los sectores trabajando de manera mancomunada.
Por su parte, el dirigente gremial del sector bancario, Sergio Palazzo, insistió este lunes con la reapertura de las negociaciones sobre el tema salarial y exigió un bono de fin de año de AR$ 4.000 (US$ 260,44) para compensar el efecto de la inflación.
Palazzo argumentó que a la actividad financiera le “está yendo bien” y, en cambio, los trabajadores bancarios perdieron poder adquisitivo de sus respectivos sueldos producto de la inflación.
Esta semana este sector acordó la realización de “asambleas” que afectarán la atención al público en todos las sucursales para el miércoles y el jueves, durante las tres últimas horas de cada jornada, en demanda de reapertura de las negociaciones sobre el salario.
El gobierno negó la posibilidad de retomar las negociaciones sobre el salario en lo que queda de año señalando que la inflación viene bajando y la tendencia se mantendrá en lo que queda de 2016.
Los 10 días de plazo que se acordó entre el gobierno y la CGT el jueves pasado están en curso; la central obrera espera respuestas para definir si hace o no el paro general de 24 horas que anunció para este mes.