El anuncio del gobierno de Mauricio Macri del plan “Argentina sin narcotráfico”, la semana pasada, ha puesto el tema del avance de este flagelo en Argentina en la agenda pública de todos los sectores, entre ellos la iglesia.
El diario Clarín consultó al titular de la Pastoral Social, Monseñor Jorge Lozano, si creía que la gestión de Cristina Kirchner había subestimado el problema del narcotráfico, tal como lo sostiene el gobierno actual, a lo que afirmó que efectivamente varios funcionarios de relevancia minimizaron o negaron la situación.
“Varios funcionarios (no todos, pero sí los de mayor relevancia) de la gestión anterior negaban el problema o lo minimizaban. Unas cuantas veces lo hemos señalado en la Asamblea de la Conferencia Episcopal y en Declaraciones de la Pastoral Social y la Pastoral de Drogadependencia. Las redes del crimen organizado (narcotráfico, trata de personas y tráfico de armas) han crecido y se han enquistado, en algunos lugares desplazando al Estado o supliendo su ausencia y abandono” dijo Monseñor Lozano.
“Todavía se está a tiempo (para buscar una solución). Pero, como hemos señalado, cada vez va a implicar más tiempo y más sangre inocente”, agregó.
Lozano cree que es “un buen signo” que el presidente Mauricio Macri haya reunido para el lanzamiento del plan “Argentina sin narcotráfico” a los Gobernadores, el Poder Judicial, los parlamentarios y funcionarios de su gobierno. Lozano recientemente fue ascendido por el papa Francisco como arzobispo coadjutor de la provincia de San Juan.
“La búsqueda de consensos en torno a grandes temas en el país es un anhelo de líderes de diversos partidos políticos, dirigentes sindicales y de cámaras empresarias, referentes sociales, representantes de diversos credos”, comentó.
Recordó que desde la Conferencia Episcopal ya se había planteado esta necesidad en el documento denominado“Hacia un Bicentenario en Justicia y Solidaridad (2010-2016)” del año 2008 y que representantes de partidos políticos firmaron un “Acta-acuerdo” el 18 de junio pasado ratificando ese deseo.
Monseñor Lozano negó que aceptar dialogar con el gobierno sea signo de debilidad, sino más bien de “fortaleza y generosidad”. Tiene apertura al diálogo quien está seguro de su identidad, y a su vez tiene convicción de la necesidad de todos para enriquecer las perspectivas”, reflexionó el titular de la Pastoral Social.
Fue enfático al señalar que dialogar “no implica cogobierno”. En este sentido, destacó que este diálogo debe quedar claro el lugar y la responsabilidad de cada uno de los actores. También aseguró que la eficacia del plan convocado por el gobierno “habrá que medirla con el tiempo y los resultados”.
El 30 de agosto en el marco del lanzamiento del plan “Argentina sin narcotráfico”, el presidente Macri reconoció que la droga se ha extendido por todo el país.
“Lamentablemente en los últimos años ha avanzado mucho (el narcotráfico) ante la negación del problema por parte del Estado, para poner en la mesa qué estaba pasando y cómo resolverlo”, expresó.
Por su parte, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, reiteró que durante años la gestión kirchnerista “mintió” diciendo que Argentina era un país de paso. En este sentido, aseveró que el país “es un mercado”, al que llegan drogas sintéticas importadas desde Europa y Uruguay y tradicionales desde Bolivia, Perú y Paraguay.
Según datos del ministerio de Seguridad en el país también hay puntos de acopio, diversas formas de transporte y exportación de cocaína hacia Europa, Israel y África, y de marihuana hacia Chile.
Fuente: Clarín.