El Comité de Asuntos Exteriores del Congreso de Estados Unidos cuestionó la capacidad del Uruguay para albergar refugiados y brindar las garantías de seguridad necesarias, tras la desaparición del país suramericano del ex preso de Guatánamo, el sirio Jhiad Diyab.
Diyab, quien llegó a Uruguay en diciembre de 2014 con cinco presos más como refugiados, desapareció del país hace semanas sin que se conozca aún su paradero.
La ausencia de Diyab puso en alerta a Estados Unidos donde el Partido Republicano criticó la política de traslado de presos que impusló el presidente Barack Obama. En este sentido, el representante republicano y presidente del comité, Ed Royce, dijo a la prensa que la desaparición de Diyab demostró que la administración de Obama motivó a que “detenidos peligrosos fueran recibidos por países que no son capaces de lidiar con ellos”.
Royce cuestionó los anuncios realizados por Lee Wolosky, enviado especial del Departamento de Estado para el cierre de Guantánamo y traslado de los reclusos, quien a principio de año dijo que Uruguay estaba tomando medidas para disminuir el riesgo que presentan los seis refugiados en el país.
“Jihad Diyab ahora ha escapado”, dijo Royce. “¿Por qué proporciona garantías falsas al Congreso? ¿Por qué nos induce al error sobre las capacidades de Uruguay?”, agregó.
En el mismo tono habló el legislador republicano Jeff Duncan, quien dijo que Diyab es “un miembro de Al Qaeda” especialista en papeles falsos, que “tal vez” esté ayudando a otros extremistas a entrar a Estados Unidos o atentar contra los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Wolosky se defendió señalando que Uruguay está a la altura de las garantías de seguridad acordadas para mitigar los riesgos. “Hubiéramos preferido que el Sr. Diyab permaneciera en Uruguay hasta la expiración del programa de reasentamiento de dos años”, sostuvo.
Christian Mirza, nexo del gobierno con los refugiados de Guantánamo, aseguró que Diyab cuenta con un título de viaje que le permite salir del país y tener libre circulación. “Uruguay no le puede impedir la salida” dijo. Sin embargo, el país receptor sí puede rechazar el ingreso del refugiado.
Mirza explicó que Diyab firmó un documento oficial del Departamento de Estado en el que se declara que tanto él como el resto de sus compañeros refugiados “no representan riesgo alguno en materia de seguridad” ni para EEUU, ni para Uruguay.
Diyab debe cumplir obligaciones y derechos como el respeto a las normas y leyes del país receptor.
En medio de la molestia con el país suramericano, Diyab había declarado que era “preferible quedarse en Guatánamo que llegar a Montevideo”, según una nota publicada en el diario argentino Clarín.
El 18 de junio el ministro del Interior de Uruguay, Eduardo Bonomi dijo que el exrecluso de Guantánamo ingresó a Brasil sin los permisos correspondientes, y señaló que Diyab ya había intentado cruzar al país vecino antes, pero que no le permitieron ingresar.
“No se sabe con qué documentación salió del país” porque “no pasó por ningún registro” de frontera, agregó Bonomi.
Por su parte, el primer ministro de Justicia brasileña, Alexandre Moraes, declaró “no hay indicios” de que Diyab haya ingresado a Brasil y sostuvo que su “preocupación es la seguridad de los Juegos”.
La aerolínea colombiana Avianca emitió una alerta a sus empleados en Uruguay para que ayudaran a identificar al refugiado.
Fuente: El Observador