El empresario kirchenrista Lázaro Báez, preso desde abril, acusado por lavado de dinero, volvió este miércoles 6 de julio a los tribunales para presentar un escrito en el que negó todos los hechos imputados.
En el escrito de siete páginas, al cual tuvo acceso el diario Clarín, Báez señaló que le parecía sospechoso que se llamara a indagatoria a sus hijos el mismo día que él dio detalles a la Cámara Federal de la supuesta reunión entre el Juez de la causa, Sebastián Casanello, y la exmandataria Cristina Kichner, en la residencia presidencial en septiembre de 2015.
El 24 de junio los cuatro hijos de Báez fueron llamados a indagatoria para que explicaran a la justicia la existencia de una cuenta en Suiza con USD$ 25 millones y de la cual son los únicos beneficiarios.
Báez asegura que habría “algún interesado” en que la imputación “sobre mi familia y mis empresas prospere”.
Teme que las indagatorias contra él y sus hijos Leandro Martín, Melina y Luciana, “lejos de fundarse en el derecho de defensa, en la posibilidad de ser oídos (…), contengan un mensaje disciplinante hacia mi persona”.
Báez pidió la nulidad del nuevo llamado a indagatoria del juez Casanello por la cuenta en Suiza a nombre de sus hijos. El empresario k argumenta que la indagatoria se basó en datos aportados por la Unidad de Información Financiera (UIF) que el propio organismo reconoció que fueron obtenidos de manera irregular. Por esta esta razón, sostiene que esa información no puede ser usada como prueba.
“La convocatoria a prestar declaración no está basada en prueba. [El juez] No puede alegar siquiera la existencia de motivo bastante para sospechar”, dice el escrito.
Este martes, Melina, Leandro y Martín, se negaron a declarar ante el juez Casanello, pero presentaron un escrito negando su vinculación con los fondos en Suiza y reiteraron que el llamado a indagatoria no estuvo bien realizado. La hija mayor del empresario, Luciana Báez, declarará este jueves.
La Cámara Federal porteña tiene pendiente decidir si el juez Casanello continúa a cargo de la causa mejor conocida como la “ruta del dinero k”. Los abogados de Báez y los de su hijo menor, Martín, recusaron al juez por considerar que direcciona la investigación solamente hacia la familia del empresario y no investiga a otros funcionarios que participaron en el manejo de la obra pública.
Lázaro Báez construyó su imperio en los 12 años de gobierno de Néstor y Cristina Kichner. Durante ese tiempo, fue el principal beneficiado con la adjudicación de la obra pública en la provincia de Santa Cruz, al sur del país. Se sospecha que las adjudicaciones contienen muchas irregularidades, entre ellas, el sobreprecio y la cartelización en las empresas del Grupo Austral, propiedad de Báez.
La exmandataria Cristina Kirchner acudió también este miércoles a los tribunales para ser notifica ante el juez Claudio Bonadio de su procesamiento y embargos en la causa por la venta de dólares a futuro. Este martes se conoció que Kirchner solicitó el cambio de hora de su citación ya que coincidía con la llegada de Lázaro Báez a tribunales.