¿Sánchez es franquista…?
Si no lo es, lo parece.
Ahora pretende controlar y amordazar a los medios de comunicación social, para tener a raya, es decir ocultar, toda la información sobre la corrupción familiar, y del PSOE.
Sus padres, su esposa, su hermano, su cuñada, todos están pringados en un lodazal de corrupción.
¡Y claro, hay que tomar medidas!
No para regenerar nada, sino para esconder la mierda debajo de las alfombras de la Moncloa.
Pedro Sánchez quiere volver a la ley de prensa que promulgó Franco, siendo ministro de información y turismo don Manuel Fraga, auténtico cerebro de la ley.
Para muchos era un tímido intento de dar un poco de apertura al régimen, pero para la mayoría era una forma de dar un cerrojazo a los medios, controlar a sus dueños, intervenir y dar el visto bueno –o no- a los nombramientos de los directores, que requerían autorización previa para ser nombrados, etc.
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Se establecía asimismo una triple responsabilidad, en cascada, de forma que de cualquier información que no gustase al régimen serían responsables (el famoso artículo 2) los directores, por haber autorizado su publicación, los redactores correspondientes, y económicamente el medio, amenazándoles con multas millonarias, que podían llevar fácilmente a su desaparición.
Como pasó, por ejemplo, con el diario Madrid, cuya sede fue dinamitada, y convertida en polvo y escombros, para que quedara claro quien mandaba aquí.
Algo similar quiere hacer “el franquista” Pedro Sánchez, pero como esa ley está derogada, solo tiene que volver a darle vigencia, y asunto solucionado.
Y es que Franco, a Sánchez le sirve igual para un roto que para un descosido.
¡Viva Pedro Sánchez, que nos trae de vuelta el franquismo a nuestra Patria!
Ahora solo falta que empiece a construir pantanos, carreteras, universidades laborales, millones de viviendas sociales, etc.
Pero me temo que esto último no lo veremos, pues él solo quiere tapar sus vergüenzas familiares, porque es un hombre profundamente enamorado de su mujer.
Y con más de veinte años de relación, supongo que continuada, tiene mérito.