El 15 de septiembre representa una fecha histórica para México. Desde pequeños nos han inculcado la importancia de sentirnos orgullosos de nuestro país, de nuestra bandera, nuestras raíces, tradiciones y de nuestra cultura en general, y no hay mejor fecha para conmemorarla que hoy, el día que dejamos de formar parte de un imperio para comenzar a forjar nuestro propio camino como nación independiente, o al menos eso nos han hecho creer.
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Existen muchas dudas históricas sobre esta importante fecha; algunos creen que aquel grupo insurgente no buscaba en realidad la independencia sino simplemente igualdad de circunstancias de los criollos (hijos de españoles nacidos en la Nueva España) con los españoles puros, incluso se sabe que el mismo Miguel Hidalgo en su histórico discurso que dio inicio a la revuelta gritó a todo pulmón “¡Viva la religión católica! ¡Viva Fernando VII!”. Esto por mencionar solo una de una serie de consignas que se le achacan y no precisamente haría un verdadero libertador. No es la intención de este post discutir realidades históricas ni comenzar debates políticos al respecto.
Lo que me parece francamente erróneo por parte de muchos es el fenómeno que año con año se suscita en redes sociales en el que no conformes con hacer un llamado a NO celebrar además se pretende etiquetar de ignorantes, vende-patrias, mezquinos y hasta traidores a la patria a quienes si lo hagan.
Más allá de las circunstancias en las que vivimos y de que estemos de acuerdo o no con las acciones del gobierno en turno, tenemos que entender que esta es una celebración que hace alegoría a un país y no a un presidente.
No deberíamos reducir lo que un país significa (para algunos mucho y para otros nada) al desempeño o a la personalidad de nuestros gobernantes.
Para mí, por ejemplo, México representa la tierra en la que nací y en la que crecí, en la que forjé mi visión sobre la vida, en la que he conocido a grandes amigos y en la que quiero continuar desarrollándome como persona y ningún gobernante ha tenido nada que ver con eso; mi amor por mi país se mantiene al margen de asuntos políticos y sí, es verdad, muchas veces a pesar de ellos.
Creo que deberíamos respetar la visión y el derecho a decidir de cada quien sobre como pasar éste día (así como cualquier otro día); ya sea ir a trabajar a pesar de tener asueto, ir al zócalo al tradicional “grito”, meditar sobre lo mal que está el país, enfiestar como si no hubiera un mañana con mariachis y tequila, todas son opciones válidas.
Hagamos lo que hagamos, objetivamente hablando, la verdad es que el país va a seguir siendo el mismo mañana, el gobierno también y, sobre todo, tú también. No vas a ser ni mejor persona ni peor persona por lo que decidas hacer hoy por la noche.
El cambio por el que tanto apelan con insultos, memes y “videos que el gobierno no quiere que veamos” no va a suceder dejando de celebrar ni haciendo boicots comerciales; los más preocupados ante este último escenario, y porque la gente no vaya a celebrar, en todo caso, serían los comerciantes, que son gente honesta y trabajadora, no nuestros gobernantes.
Si alguien te obligara a celebrar algo que no quieres, y encima de todo pusiera en duda tu calidad moral como persona y tu amor al país cuestionando tu capacidad intelectual por no hacerlo, se estaría cometiendo un error de juicio y un claro atentado en contra tu libertad.
Pues exactamente eso están haciendo miles y miles de personas desde su “trinchera de batalla revolucionaria” favorita: el Facebook; pretendiendo ser personas “cultas” y llenas de dolor por la situación por la que atraviesa el país, pero dejando en claro y a todas luces que son víctimas de modas pasajeras, en las que ir en contra de un gobierno con el que no están de acuerdo justifica atentar contra la libertad de expresión y asociación de los que no piensan como ellos.
¿Crees que no hay nada que celebrar? Entonces no celebres, pero respeta si alguien más quiere hacerlo.
A éste país le hace falta más gente libre en las calles, que entienda que su punto de vista no es el único válido y menos revolucionarios en Facebook.
Hace falta más gente que crea y luche todos los días por un país más libre, menos dependiente del gobierno y con más razones para celebrar; así que ya sea en una marcha contra el gobierno o en una fiesta folclórica, comiendo pozole mexicanísimo o american hot-dogs, tomando tequila, coca-cola o agua de manantial artesanal espero que pasen unas felices fiestas patrias y que la reflexión sea en torno a la construcción de una sociedad más libre. ¡Que viva México!