EnglishEl 28 de abril de 2011 los presidentes de México, Colombia, Perú y Chile se reunieron en Lima, Perú, para destacar los avances que los cuatro países habían logrado en materia de desarrollo y crecimiento económico inclusivo, creación de empleo productivo, reducción de la pobreza y fortalecimiento de la democracia. Dados estos avances en común, decidieron establecer un mecanismo de articulación política, económica y de cooperación e integración.
El objetivo principal que tenían era conformar un área de integración que busque generar crecimiento, desarrollo y competitividad de las economías de sus países miembros, a través de la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas. Esta iniciativa, denominada Alianza del Pacífico, busca además lograr una inserción efectiva en otras regiones, en particular Asia-Pacífico, que se perfila como el eje fundamental de la economía mundial de este siglo.
Este año, el 10 de febrero los presidentes de los cuatro países miembros firmaron un acuerdo comercial en Cartagena de Indias. Crearon así una zona por donde circularán libremente 92% de los productos de los países miembros y también creará cadenas productivas entre los países de la Alianza, las cuales permitirán que la producción sea más competitiva. La liberalización del comercio ya es una realidad. Este mercado libre alcanza cerca de 220 millones de consumidores que representan alrededor de un tercio del PBI de Latinoamérica, concentrando el 50% del total de su comercio y atrayendo al 41% de los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) que llegan a la región.
Según datos de Economía y Negocios online, la Alianza del Pacífico supera al Mercosur en cuanto a IED, pues habría captado US$84.300 millones en 2013, mientras que el Mercosur llegaría a los 83 mil millones. Considerada en su conjunto, la Alianza es la octava economía y el séptimo mayor exportador del mundo. Paralelamente, las bolsas de valores de Colombia, Perú y Chile constituyen un mercado de valores común conocido como Mercado Integrado Latinoamericano (MILA). La bolsa de México ya se encuentra en proceso de integración al MILA y pronto este rivalizará con Brasil como el mercado de valores más grande de Latinoamérica.

Sin embargo, la Alianza no ha estado exenta de amenazas y tintes políticos. Cuando Ollanta Humala llegó a la presidencia del Perú en 2011, el apoyo brasileño a su campaña hacía pensar en un enfriamiento hacia la Alianza por parte de Perú. Se pensaba que un eje Lima-Brasilia reemplazaría al eje México-Bogotá-Lima-Santiago. Pero eso no ocurrió, sino que por el contrario, la activa participación de Humala en la Alianza ha servido para limar asperezas ideológicas: el presidente aseguró que la Alianza busca mejorar la economía de sus miembros y no va en contra de nadie.
De manera similar, Michelle Bachelet había señalado durante la campaña que la llevó a la presidencia que orientaría su participación en la Alianza en una perspectiva no excluyente. Como señala el analista Andrés Oppenheimmer, se especulaba que Chile podría dejar de ser uno de los pilares de la Alianza del Pacífico; sin embargo, los temores de Bachelet fueron dispersados durante las reuniones bilaterales con el resto de los presidentes de México, Perú y Colombia, que se desarrollaron con motivo de la cumbre de la CELAC.
Pero más allá de tintes políticos, la Alianza del Pacífico a sólo año y medio de su creación se ha consolidado y convertido en una verdadera zona de libre comercio en contraposición a esquemas más estatistas como Unasur, ALBA o Mercosur que tras largos años de pomposas declaraciones fraternales, en la práctica ejercen un proteccionismo de la competencia extranjera.
Es cierto que aún quedan muchos retos por delante, pero poco a poco y de manera muy concreta la Alianza continúa avanzando. Uno de esos puntos, con miras a la implementación del acuerdo comercial, es mejorar la competitividad logística de los cuatro países miembros, tal como señaló Carlos Chiappori, presidente de Comex Perú. Este fue uno de los 10 puntos que el Consejo Empresarial de la Alianza propuso a los Presidentes. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha ofrecido realizar un estudio que permita conocer dichos procesos logísticos, lo cual servirá para que cada ciudadano de un país miembro pueda conocer qué tan fácil o difícil es exportar o importar en los demás países.
Otros puntos, por ejemplo, incluyen la armonización de normas técnicas y la interoperabilidad de las Ventanillas Únicas de Comercio Exterior (VUCE).
Si algo es claro, es que la fortaleza de estos países radica en estar unidos bajo los mismos objetivos y bajo una misma visión de desarrollo, viendo en el comercio una oportunidad y no una amenaza. La Alianza del Pacífico es una iniciativa dinámica, no solo con un gran potencial sino con probados resultados y es un proceso de integración abierto y no excluyente para países que consideran que el libre comercio es el motor del desarrollo. Entonces, esperemos que así como ahora Costa Rica ha iniciado su proceso de incorporación a la Alianza, otros países, alineados con los intereses del grupo, se unan en el futuro.