Luego de que un primer intento de resolución en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre el régimen de Maduro y Venezuela fue aprobado con nueve votos a favor y seis en contra, y tras la reunión telefónica entre Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, y Sergei Lavrov, ministro de Exteriores de Rusia, el Departamento de Estado de EEUU trabaja en un nuevo borrador de resolución: uno que hasta el país euroasiático pueda apoyar.
El texto fue uno de los acuerdos entre Pompeo y Lavrov, señalaron fuentes venezolanas (no del Gobierno) a Panam Post, que señalaron, sin embargo, que una estrategia diplomática común a los rusos actuales y a la Unión Soviética es la realización de acuerdos que luego no se cumplen alegando cualquier detalle, pero dilatando las resoluciones de los conflictos. Esta parece, justamente, la estrategia que ha asumido Nicolás Maduro en relación con la crisis política venezolana cada vez que se ve conminado a negociar.
Sin embargo, lo importante de este nuevo proyecto de resolución, aparte de que Rusia pudiera estar de acuerdo en suscribirlo, es que sigue manteniendo la exigencia de realizar elecciones en Venezuela. Aunque se ha suavizado la redacción, se sigue llamando “al inicio de un proceso que lleve a elecciones presidenciales libres, justas y creíbles, con observación electoral internacional, en conformidad con la Constitución venezolana” (el término presidenciales está en negritas en el original).
Igualmente, el borrador mantiene el reconocimiento a la Asamblea Nacional venezolana como “única autoridad democráticamente elegida” en Venezuela, pero ya no apoya, sino “elogia” sus esfuerzos para liberar a los presos políticos, y proveer amnistía a los militares y civiles que apoyen al Parlamento en su lucha por restituir los derechos políticos en el país.
Sin embargo, retira la mención expresa a la ayuda humanitaria, y evita hablar de “refugiados” venezolanos en Latinoamérica, sustituyendo la palabra por “migrantes”. También llama “a todos los actores” a intentar reducir tensiones y evitar el escalamiento de la violencia en el país suramericano.
El interés del documento, señalan las fuentes, es que por primera vez Rusia se ha mostrado aparentemente dispuesta a discutir en el Consejo de Seguridad la situación venezolana sin recurrir a su poder de veto, algo que hasta hace pocos día, indican, “era una ficción”.
La cuestión china
Sin embargo, señalaron las mismas fuentes, el hecho de que Rusia pudiera suscribir una declaración conjunta del Consejo de Seguridad no haría necesariamente que China fuese en la misma dirección.
El país asiático, según The Wall Street Journal, ha mantenido conversaciones con el gobierno interino venezolano de Juan Guaidó, aunque esas conversaciones fueron desmentidas el miércoles por la cancillería china.
Sin embargo, fuentes en Caracas indican que, en efecto, se han sostenido conversaciones entre la Embajada de la República Popular China y de la oposición venezolana, y se han hecho a solicitud de ambas partes.
Todos estos movimientos forman parte de una “fuerte ofensiva diplomática” que encabeza Estados Unidos y que acompaña el Grupo de Lima y algunas naciones europeas para continuar cercando al régimen de Nicolás Maduro, señalaron los voceros en Caracas.
China también tiene derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU.