Es, cuando menos, sorpresivo: el presidente estadounidense, Donald Trump, solicitó a sus asesores evaluar la posibilidad de regresar al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés) luego de haberse salido de él, y como una manera de agrupar el libre comercio frente a China, con la cual su Gobierno mantiene una dura disputa comercial.
El anuncio fue hecho por el senador Ben Sasse, quien señaló, luego de una reunión con Trump, que “la mejor cosa que puede hacer Estados Unidos para combatir los engaños chinos ahora es liderar a las otras 11 naciones del Pacífico que creen en el libre comercio y el estado de Derecho. Es una buena noticia que hoy el presidente ordenó a Larry Kudlow y al embajador (Robert) Lighthizer negociar el ingreso de Estados Unidos al TPP”.
Lighthizer es el negociador comercial de Estados Unidos, y el hecho de que el anuncio haya sido hecho por Sasse (un declarado promotor de la exportación de bienes agrícolas estadounidenses), implicaría, según analistas, que Trump quiere promover la exportación de bienes agrícolas, principalmente de los estados centrales del país.
Según ha señalado The New York Times, fue el propio Trump el que comunicó su decisión de reincorporarse al TPP a un grupo de legisladores y gobernadores del centro de Estados Unidos, donde existe una importante producción agrícola, como Iowa, Nebraska, Dakota del Norte, Kansas y Texas; estados, además, que fueron el soporte fundamental de su victoria en las elecciones de 2016.
Trump sacó a Estados Unidos del TPP en febrero de 2017, apenas un mes después de asumir la presidencia del país; firmó el protocolo de separación del grupo el 10 de enero del año pasado, en su primer día en la Oficina Oval.
Tras esa decisión, las 11 naciones que conforman el pacto (Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam) renegociaron el pacto entre sí. En un momento determinado, la República Popular China consideró incorporarse igualmente al grupo, especialmente luego de que comenzó su disputa comercial con Estados Unidos, que ha llevado ya al establecimiento de aranceles recíprocos para varios miles de productos.
¿Qué sigue?
Los productores agrícolas estadounidenses no solo requieren el fortalecimiento de sus ventas, sino que, justamente, han manifestado su preocupación que el incremento de aranceles se traduzca en una guerra abierta entre varias naciones, y que sus intereses se vean afectados, han seañaldo personas cercanas a la presidencia de Estados Unidos, ante el giro en la situación, según reportan medios financieros de ese país.
La pelea comercial con China, que se libra en varios tableros, hace también importante el del Pacífico, según señalaron asesores comerciales internacionales; recientemente, el presidente estadounidense afirmó que llevaría a la Cumbre de las Américas en Lima una propuesta para que los países latinoamericanos “comprendieran” que su socio comercial principal, por cercanía y comunidad de intereses, es Estados Unidos y no China.
Igualmente, comenzó a renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan o Nafta, dependiendo de si sus siglas son en español o en inglés), luego de haber afirmado, durante la campaña electoral, que lo denunciaría y lo abandonaría. Ahora, anuncia el retorno al TPP.
El economista y gestor patrimonial David Fernández ha señalado a Panam Post que, contrariamente a lo que se cree, Trump no es un presidente proteccionista, pero que, fiel a su estilo, está usando presión para lograr una liberación y una rebaja en los aranceles en todo el mundo. “Lo que hace Trump es un esfuerzo evidente para contribuir a un mundo más libre”, señala el analista.
A diferencia del Tlcan, sin embargo, en el momento de la campaña tanto Trump como su rival, Hillary Clinton, estuvieron en contra del TPP en los términos en los que estaba planteado. Nunca fue ratificado por el Congreso de EEUU durante seis años no solo por la oposición republicana, sino, fundamentalmente, por la demócrata.
Así que resta ver si el tratado tiene el apoyo bipartidario que necesita para volver a avanzar.