Es el encuestador venezolano más consultado, y los sondeos que su firma, Datanálisis, realiza, no solo sirven para tomar decisiones en la oposición venezolana, sino también lo han sido, a lo largo de estos 17 años, en el Palacio Presidencial de Miraflores.
Luis Vicente León, economista venezolano, conversó con PanAm Post sobre la situación en el país suramericano, y sus conclusiones no son optimistas. Pero sí señala que “en este momento, Nicolás Maduro no podría ganar ni la elección para la junta de condominio de Miraflores”.
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¿Una vez que el Consejo Electoral venezolano da un paso para activar el referendo revocatorio contra Nicolás Maduro, cuál es su percepción sobre la situación política del país y qué sigue?
No hay ninguna sorpresa con lo que está ocurriendo. Es evidente que la oposición presentó muchas más firmas que las que necesitaba para activar el revocatorio, en un proceso que. por cierto, tampoco existía y que fue creado por las rectoras del Consejo Electoral, fundamentalmente para entorpecer la solicitud del referendo. La Constitución es muy clara. Pide un grupo de firmas X para poder activarlo. Todo lo demás es creatividad que se ha colocado sobre la mesa para bloquear, entorpecer y obstaculizar la solicitud.
Más allá de eso, es obvio que la oposición tiene la fuerza para solicitar el referendo: Si fue capaz de revocar un referendo revocatorio contra Hugo Chávez en 2004, cuando era minoría y Chávez era el doble de popular de lo que es Maduro hoy, es mucho más evidente ahora que tiene una amplia mayoría. No hay duda de que tiene la capacidad para recolectar lo que la Constitución en su espíritu establece.
Siete de cada diez venezolanos indican que votarían en contra del presidente en un Referéndum Revocatorio.
— Luis Vicente Leon (@luisvicenteleon) June 11, 2016
¿Ponerle trabas al revocatorio, normas sobrevenidas, en una situación social como la venezolana, no es peligroso?
Esto ya no es un debate de si la oposición tiene el tamaño para convocar y ganar el revocatorio. Esto es un debate sobre si el Gobierno tiene la fuerza para evitarlo sin que se le venga el país y la comunidad internacional encima.
Al final de cuentas, si lo ves desde la perspectiva del Gobierno que se complica en el terreno de la presión social, el esquema es muy simple: Si yo hago el referendo en 2016, me van a arrastrar, a mí, Maduro, al Gobierno y al chavismo, y además, se complica el sector militar que participa abiertamente en ese Gobierno.
No se está definiendo una cosa secundaria, sino el sostenimiento completo del chavismo-madurismo, del chavismo no madurista, del sector militar participante, todo junto, porque un referendo en 2016 significaría perderlo y ser derrotado 30 días después en una elección presidencial.
Entonces, lo que se le está pidiendo al Gobierno es que para evitar un conflicto mayor en la calle, entregue el poder, pero ese conflicto todavía es incipiente. No es verdad que el Gobierno ya perdió el control del país: El Gobierno está viendo movimientos de protesta por todo el país, pero ni siquiera están articulados. No tiene a nadie que los pueda capitalizar, no es verdad que haya un líder que esté encima de todo ese proceso.
Todavía tiene un margen de maniobra, que es el uso de la represión pasiva, para tener al Ejército y a la Guardia Nacional en las calles.
¿En qué niveles se ubica la popularidad de Nicolás Maduro según las más recientes encuestas que usted maneja?
La popularidad deja de ser una variable relevante en este momento. Los números que tenía Maduro en abril eran muy malos, y empeoraron en el mes de mayo. Ya hacían imposible pensar que el Gobierno podría ganar un referendo, o las elecciones de gobernadores (que deben realizarse también este año), o incluso la junta de la comunidad de (el palacio de) Miraflores.
75% de la población responsabiliza directamente al presidente y al gobierno de la crisis del país. Más del doble del periodo Chávez.
— Luis Vicente Leon (@luisvicenteleon) June 11, 2016
Si ya tú sabes, como Gobierno, que la popularidad no te da, que la disposición de voto no te da, que el deseo de cambio de Gobierno en Venezuela supera 70%, el número sobre la popularidad de Maduro deja de ser relevante. La variable relevante para el Gobierno de Chávez era su popularidad, porque su legitimidad era hija de esta.
Cuando la popularidad de Maduro está muy por debajo de la que tenía Chávez y el deseo de cambio es tan amplio; cuando no hay ninguna posibilidad estadística de que tú ganes una elección, entonces lo relevante comienza a ser el control de la gobernabilidad por una vía distinta a la electoral: Cuán sólido es tu soporte militar, que te sostenga en medio de cualquier evento de reacción popular en la calle; cuánta capacidad, “cintura”, puedes tener tú en la calle para que esas protestas no se articulen, sean sólo protestas desarticuladas, y así estén en todo el país, te permitan reprimirlas aisladamente sin tener que disparar, provocando divisiones o fracturas en el sector militar. No estás poniendo al Ejército a tener que asumir disparar al pueblo o una violación abierta de los derechos humanos.
Mientras el Gobierno pueda tener cintura para que pueda haber protestas, pero no las tengas que controlar sino con el miedo, con represión pasiva, con la presencia… tienes gobernabilidad, a pesar de no permitir a la oposición ejercer sus derechos constitucionales completos.
¿Cómo observa la situación económica, que es la otra variable? Usted decía que 2016 iba a hacer que añoráramos 2015, y ahora dice que el segundo semestre va a ser peor que el primero, en medio de un conflicto social que, aunque desorganizado, es muy fuerte ya…
El chavismo, por supuesto, perderá soporte; el deseo de cambio se hará gigantesco, aunque ya lo es, la crisis se desbordará, la inflación no podrá contenerse, y las decisiones que tendrá que tomar Nicolás Maduro serán invariablemente impopulares.
Nueve de cada diez venezolanos considera que las empresas expropiadas producen menos y peor que cuando estaban en manos privadas.
— Luis Vicente Leon (@luisvicenteleon) June 11, 2016
Pero de nuevo, lo otro es convocar a una elección y perderla.
En resumidas cuentas, usted ve a Maduro haciendo todo lo posible para no convocar ninguna elección…
Absolutamente.
¿Y podrá lograrlo?
No hay una varita mágica que nos diga si podrá. Es posible, incluso, está el escenario de que pueda canalizar energías tratando de prolongar el tiempo lo más posible. La fecha en la que el Gobierno ha permitido validar las primeras firmas, como ya dije, en un procedimiento que se sacaron de la manga en el CNE, es una fecha que ya te complica la realización del referendo en este año, y no le estás diciendo a la gente que negaste de una vez el revocatorio. Al final puedes terminar convocando la elección de gobernadores el año que viene.
¿El Gobierno tiene margen de recuperación para intentar eso?
En mi opinión no, y mucho menos en un momento en que la crisis económica solo puede empeorar en los próximos meses. Pero lo que sí tiene es tiempo para comprar incluso un acuerdo, porque en 2017 puede tener lo que no tiene hoy: Una elección que no saque al Gobierno del poder, pero que involucre a los chavistas no maduristas y a los militares, que sintiendo que no tiene sentido mantener a Maduro, pueden negociar, incluso con la oposición, la designación de un vicepresidente de consenso que asuma el poder en una transición de dos años. Eso te lo da 2017, no 2016.