EnglishUruguay es el único país latinoamericano al que la Unidad de Inteligencia de la revista The Economist considera una democracia plena en la región latinoamericana, y está un peldaño por encima de Estados Unidos en el informe “Democracia en una era de ansiedad”, publicado por este medio editorial hoy; al tiempo, los únicos países de la región abiertamente autoritarios son Haití (puesto 119 global) y Cuba (119), mientras el último de los países antes en un régimen considerado “híbrido” en la región es Venezuela, en el lugar 99 del ranking.
Canadá es el séptimo país más democrático del mundo y el número 7 en el medidor mundial, que encabezan Noruega, Islandia y Suecia, y tras los cuales sigue Nueva Zelanda. Chad, Siria y Corea del Norte son los tres países menos democráticos en el planeta.
Tras Europa Occidental y Norteamérica, América Latina es la tercera región más democrática del mundo, señala el informe, que hace énfasis en este continente destacando la incapacidad de la región para acompañar con efectividad y cultura política el “extraordinario avance democrático” de las décadas pasadas, lo cual ha derivado en insatisfacción ciudadana ante los escándalos de corrupción en Guatemala y Brasil, a los cuales pone como ejemplo.
“En el pasado, los latinoamericanos han tolerado menores niveles de democracia a cambio de progreso económico. Donde esto ya no es posible, las actitudes públicas hacia los líderes políticos serán cada vez más hostiles”. Brasil ocupa el lugar 51 global, en el segmento de las democracias “defectuosas”, al que pertenecen la mayoría de los países del continente; Guatemala está en el lugar 80 global, como un régimen “híbrido”.
El índice de The Economist se basa en cinco categorías: Procesos electorales y pluralismo, libertades civiles, funcionamiento del Gobierno, participación política y cultura política. De cada uno de estas categorías hay otros doce subíndices, con lo cual se miden en total 60 indicadores.
[adrotate group=”7″]En Latinoamérica, el panorama continuó en 2015 igual al de los años anteriores, señala la revista, indicando además que hubo un pequeño deterioro en los indicadores de Costa Rica que la bajaron al escalafón de democracias “defectuosas”; seis países de la región (todos ellos de América Central y el Caribe, además de Argentina, en el puesto 50) ascendieron en los indicadores, mientras el precitado Brasil, México (66) y Ecuador (83) descendieron. Chile ocupa el puesto 30, Panamá el 45, República Dominicana el 60, Colombia el 62 y Perú el 65, entre otros.
El título del informe hace referencia a la creciente amenaza terrorista global y cómo esta ha hecho que los valores democráticos retrocedan en el mundo entero; “en nuestra era de ansiedad, la primera víctima del miedo e inseguridad es, a menudo, el terrorismo. América Latina no es inmune a esta tendencia global”, indica The Economist.