EnglishLos presos políticos venezolanos (con Leopoldo López y Daniel Ceballos a la cabeza) no levantarán sus huelgas de hambre hasta que el Consejo Nacional Electoral no fije una fecha para las elecciones parlamentarias que deben realizarse este año y hasta que los 79 presos políticos del país suramericano se encuentren en libertad.
Así lo señaló la esposa de López, Lilian Tintori, durante el acto #30MVamosTodos, que se realizó en Caracas y en al menos otras diez ciudades de Venezuela, así como en más de otras 20 ciudades en el resto del mundo, donde las comunidades de venezolanos y personas simpatizantes de la causa de la oposición venezolana se reunieron para exigir a la comunidad internacional, y al Gobierno de Nicolás Maduro, que respete las Leyes.
Además, Tintori (quien formó un cuarteto de oradoras con la esposa de Ceballos, la alcaldesa de la ciudad de San Cristóbal Patricia de Ceballos; Mitzy Capriles, la esposa del también preso en su casa alcalde de Caracas, Antonio Ledezma; y la dirigente opositora María Corina Machado) anunció para los próximos días una jornada de ayuno en apoyo a los presos políticos venezolanos. “Ni Daniel ni Leopoldo han comido nada durante casi una semana ya, y nosotros vamos a acompañarlos, en los próximos días, con una jornada de ayuno”, afirmó.
Pidió Tintori a los venezolanos “estar pendientes de las acciones que vamos a anunciar. Todas van a ser pacíficas, no queremos que nadie tranque (cierre) calles ni queme cauchos (llantas). Que nos retiremos en paz ahora, y que volvamos a tomar las calles pacíficamente los próximos días”. Previo al evento, había solicitado a los asistentes que vistieran de blanco y llevaran flores, pues el Gobierno de Maduro, a través de sus voceros, acusa constantemente a la oposición de tener una agenda violenta.
Además, señaló que todo lo que se haga en los próximos días se hará en unidad con el resto de la oposición: “El régimen nos quiere desviar. Yo les juro Unidad, les juro paz, les juro libertad de Venezuela, se los juro”.
Agregó que en este momento, además de López y Ceballos, hay otras ocho personas en huelga de hambre, incluyendo una mujer que comenzó su ayuno hoy mismo frente a la sede de la Organización de Estados Americanos en Caracas. “Ahora (luego de la marcha) la vamos a ir a acompañar un rato”, dijo Tintori.
“Yo le pido a esas tres mujeres, a Dilma Rousseff, presidenta de Brasil; a Michelle Bachelet, presidenta de Chile, y a Cristina Fernández, presidenta de Argentina, que vengan a Venezuela, a ayudar en esta crisis social, política y económica”. El nombre de la mandataria argentina, a diferencia del de las de Brasil y Chile, fue acompañado por un estruendoso abucheo de parte de las aproximadamente 10 mil personas que participaron en la concentración, que se realizó en la avenida Francisco de Miranda, al este de la capital venezolana.
En el acto se anunció también una “marcha de las cabezas rapadas”, en apoyo a Ceballos, quien hace exactamente una semana fue trasladado de la prisión militar de Ramo Verde, en la que se encuentra López, a una cárcel de presos comunes a 110 kilómetros de Caracas.
Al exalcalde de San Cristóbal (quien ya cumplió una sentencia expresa de un año por desacato a una decisión del Tribunal Suprema de Justicia y sin embargo sigue preso) le cortaron al cero el cabello como le hacen a los reclusos comunes.
En el evento, Freddy Guevara, concejal metropolitano de Caracas, se cortó su cabello al rape y pidió a quienes lo deseen que se solidaricen haciendo lo mismo.
La protesta fue acompañada también por los expresidentes de Colombia, Andrés Pastrana, y de Bolivia, Jorge Quiroga, quienes en la víspera intentaron visitar a López y Ceballos y no lo consiguieron. Quiroga destacó a medios locales que solo quiso decir “presente” ante el sufrimiento de los presos políticos.
La manifestación fue promovida por Voluntad Popular, partido de López y Ceballos, y no fue secundada por los restantes movimientos de la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que dieron libertad de conciencia para acudir o no al acto. De hecho, el líder opositor y gobernador de Miranda, Henrique Capriles, había anunciado su presencia, pero finalmente, no acudió, o al menos no participó en la tarima de oradores.
Tanto la concentración como la huelga de hambre se hicieron con cuatro requerimientos: Exigir al Consejo Electoral que fije una fecha para las elecciones parlamentarias que deben realizarse este año; exigir que esas elecciones sean observadas por la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea; lograr la libertad de todos los presos políticos; y el cese de la represión y la persecución política contra la oposición.
“La transición comenzó”
Mientras tanto, Patricia de Ceballos llamó la atención sobre el caso de su esposo, quien cumplió ocho días en huelga de hambre. “A Daniel lo tienen en una pocilga, le están vulnerando todos sus derechos. Exigimos respeto a la disidencia, a la prensa libre, sino no pararemos la huelga de hambre. Hay que decirlo claramente: Esto es una dictadura”, señaló, lo que fue coreado por los asistentes.
Más dura en su exigencia de unidad al resto de la MUD, la alcaldesa indicó que “no queremos unidad en el cementerio, cuando estemos enterrando a mi esposo. Queremos unidad ahora (…) no hay tiempo para entretenerse en cuentos”.
Mientras tanto, Machado llamó a los venezolanos a participar “en la transición que ya comenzó, porque este régimen se está derrumbando (…) hay que preocuparse para la reconstrucción del país, no vamos a abandonar las calles, ni vamos a dejar nuestra lucha pacífica”.
“Estamos cansados”
PanAm Post, presente en la manifestación, sondeó la posición de algunos de los participantes. María Auxiliadora García, una bioanalista de un hospital público, afirmó “estar harta de tener que hacer cola para todo, de que hayan destrozado el país, pero fundamentalmente, me choca estar presa en Venezuela, porque ahora ni siquiera se puede viajar al exterior. Cuando me gradué, hace 30 años, ganaba casi US$2 mil al mes, ahora gano $15. No hay derecho”.
A su vez, Joicy Yanes (no es su nombre real) trabaja en la Alcaldía del municipio caraqueño de Libertador, que dirige Jorge Rodríguez, uno de los más altos jerarcas del chavismo. Afirmó que “yo llevo 16 años luchando contra esto, nunca este país estuvo peor. Ahora invadieron un edificio al lado de mi casa, y la delincuencia está desbordada. Aquí mismo, donde estamos, sentimos miedo. Yo quiero un país en el que mis hijos no tengan miedo y puedan estudiar y soñar con tener un futuro mejor que el que yo tengo”, indicó.