
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump y su par ucraniano, Volodímir Zeleski, sostuvieron un encuentro a propósito del funeral del papa Francisco que se celebró en la plaza de San Pedro, en el Vaticano. Justo antes de la ceremonia, ambos mandatarios tuvieron esta reunión en medio de tensiones por desacuerdos para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania.
La Casa Blanca la calificó de “muy productiva” mientras que el jefe de gabinete de Zelenski difundió la primera foto donde se ve a los dos líderes, enfrentados en los últimos tiempos, sentados cara a cara, muy cerca y con un monseñor que deambulaba de fondo. Posteriormente, se les unieron el primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente francés, Emmanuel Macron.
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Además de la fotografía, la confirmación llegó a través de las redes sociales de Zelenski: “Una buena reunión. Hemos hablado mucho cara a cara. Esperamos resultados en todo lo que hemos cubierto. Proteger las vidas de nuestra gente. Un alto el fuego completo e incondicional. Una paz sólida y duradera que evite otra guerra. Una reunión muy simbólica que tiene potencial de resultar histórica, si se consiguen resultados conjuntos”, dijo.
Trump saluda a líderes europeos
No hay mayores detalles respecto a la presencia del primer ministro británico y del presidente francés en esta reunión o de los temas conversados. Sin embargo, trascendió que Trump y Zelenski conversaron alrededor de 15 minutos y que ambos dirigentes acordaron continuar las conversaciones, según informó el portavoz ucraniano, Serguí Nikiforov. Este añadió que los respectivos equipos diplomáticos trabajan para volver a reunirse.
Nada más llegar a la basílica vaticana, el magnate estadounidense con traje azul rindió tributo ante el féretro del papa junto a la primera dama Melania, católica y con la cabeza velada de negro. Acto seguido salió a la Plaza de San Pedro para participar en los ritos funerarios y, en ese momento, se topó con la plana mayor de sus aliados en la Unión Europea (UE), en medio de los recelos recíprocos que ha suscitado su reciente pulso arancelario.
Pudo verse a Trump estrechando brevemente la mano a Ursula von der Leyen, vestida de luto. Además, se encontraba sentado en la primera fila, a la derecha del ataúd de Francisco, en un orden que el rígido protocolo de la Santa Sede establece en base al rango del dignatario y siguiendo el orden alfabético de los países en francés.
Esta regla quiso que Trump tuviera a pocos metros a Macron, solo separados por un pequeño hueco entre los bancos y por el presidente finés, Alexander Stubb. Luego, durante la misa, ambos mandatarios del G7 se dieron la paz.
A poca distancia, también en primera fila, también se encontraba Zelenski, en esta ocasión vestido con chaqueta y camisa negra (la ropa militar que normalmente viste, por la guerra que sacude su país, suscitó la “emboscada” de febrero en el Despacho Oval).
Dos asientos a la izquierda de Melania Trump, al rey de España, Felipe VI, y doña Letizia, que encabezaban la delegación española.
Con información de EFE