
Tres venezolanos más, presuntamente vinculados al Tren de Aragua, enfrentarán a la justicia en Chile. En esta oportunidad, los señalamientos en contra de los detenidos se basan en ataques que habrían propiciado a dos gendarmes de la cárcel de Santiago 1. Las agresiones iban desde amenazas telefónicas hasta disparar contra el domicilio de uno de los funcionarios, en represalia por los operativos de control que los custodios efectúan en el recinto penitenciario que alberga 4859 reos. De esta cifra, 1281 internos son extranjeros.
Los sujetos fueron arrestados en un operativo liderado por el Equipo Contra el Crimen Organizado Penitenciario de la Fiscalía austral. El procedimiento contó con el apoyo de detectives del Maule y de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (Bipe) Antisecuestro de la Policía de Investigaciones (PDI).
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Según BioBio, a los tres detenidos se les atribuye, en primer lugar, el ataque armado contra un comandante de Gendarmería, del pasado 5 de abril en la comuna de Cauquenes, ubicada en la región del Maule, en presencia de una hermana, quien resultó ilesa. En el lugar, estos presuntos miembros de la banda, dejaron un paquete de flores en la puerta del domicilio del funcionario, que desempeña sus labores en Santiago 1, junto a un mensaje lapidario: “Descansa en paz, se despide tu familia pronta muerta. Así como estás muerto tú vamos por tus amigos sapos, tenemos todas las ubicaciones de todos. Atte. Los en contra del abuso”.
Andrés Muñoz, secretario general de la Asociación Nacional de Oficiales Penitenciarios (ANOP), precisó también que la hermana de la víctima en la región del Maule recibió una amenaza directa a través de un mensaje instantáneo enviado por WhatsApp. Paralelamente, otro oficial que también se desempeña en la prisión Santiago 1, recibió una amenaza similar a través de la misma plataforma.
Acción inédita
Las labores de inteligencia luego del episodio derivaron en allanamientos en la comuna de Estación Central, de la Región Metropolitana, por orden del fiscal regional metropolitano Occidente, Marco Pastén, quien adelantó la incautación de armamento y municiones.
El decomiso refuerza la hipótesis del Ministerio Público sobre la vinculación de los implicados con la banda criminal venezolana el Tren de Aragua. Este alegato se presentó el 15 de abril ante el Segundo Juzgado de Garantía de Santiago.
A todos los acusados se les imputará por los crímenes de homicidio frustrado y amenazas contra funcionario público, este último tipificado como delito especial. De hecho, el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, anunció además la presentación de una querella por parte del Ejecutivo.
“No vamos a tolerar actos de amedrentamiento. Pueden estar acostumbrados a amenazas verbales, pero una como esta y de estas características, nosotros no tenemos registro”, recalcó Cordero. Sin embargo, la situación reaviva la crisis que existe en Gendarmería, donde se registran 3869 sumarios administrativos abiertos por consumo o tráfico de drogas contra funcionarios.
Venganza desde la cárcel
Los ataques a gendarmes se planifican desde las cárceles en venganza por los operativos de control que efectúan en los recintos para mantener la seguridad. Esas son las sospechas de la ANOP, al trascender que la población extranjera recluida es más agresiva, territorial, controladora y estratégica para corromper a la institución con dinero o amenazas.
Para la ANOP, la situación “no se trata de un hecho aislado, muy por el contrario, cada vez se tornan más frecuentes este tipo de amenazas que buscan persuadir a los más de 20000 funcionarios que desarrollan sus labores a nivel nacional”.
Sólo el año pasado, Gendarmería contabilizó la incautación de 55 kilos de sustancias ilícitas dentro de las cárceles, 7000 litros de licor artesanal, la confiscación de 12300 celulares y 25700 armas blancas en el marco de 40 operativos nacionales.