A partir de diciembre, en Argentina el límite para compras internacionales realizadas por este medio se elevará de USD 1000 a USD 3000, y los primeros USD 400 estarán exentos de aranceles, tributando únicamente el Impuesto al Valor Agregado (IVA). La medida busca alinear a Argentina con los estándares de otros países de la región y favorecer tanto a consumidores como a pequeñas y medianas empresas.
En conferencia de prensa, el vocero presidencial, Manuel Adorni, y el secretario de Comercio e Industria, Pablo Lavigne, detallaron que estas disposiciones estarán respaldadas por un decreto y una resolución que se publicarán en los próximos días en el Boletín Oficial.
Adorni ejemplificó el efecto de la medida en los costos: “Hoy, una campera que vale 100 dólares en el exterior paga 67 dólares en impuestos. Con este cambio, pagará solo 21 dólares”. Para productos por debajo de los USD 400, no se aplicará la tasa estadística, y solo se tributará por el excedente de ese monto.
El secretario Lavigne destacó que esta flexibilización permitirá a las empresas, especialmente pymes, importar insumos y repuestos de manera más ágil y económica. “Esto responde a un reclamo histórico del sector productivo que, en muchos casos, depende de piezas específicas para su operación”.
El ministro de Economía, Luis Caputo, celebró las medidas en su cuenta de X (antes Twitter): “Queremos que los argentinos accedan a precios más competitivos, no solo aquellos que pueden viajar. Ahora millones de personas podrán elegir qué comprar y dónde, justo a tiempo para las fiestas, recibiendo los productos en la puerta de su casa”.
Además, las modificaciones buscan ampliar la oferta de productos disponibles en el mercado local y reducir los costos en sectores como el textil y la tecnología.
Estas medidas forman parte de un proceso más amplio para “normalizar” el comercio exterior en Argentina. Según Adorni, “es el fin de las restricciones excesivas que hicieron de nuestro país uno de los más cerrados del mundo”. Desde diciembre de 2023, el Gobierno eliminó las SIRAs, flexibilizó licencias y eliminó cargas burocráticas.
El nuevo límite de USD 3.000 vuelve al tope implementado en 2018 bajo la administración de Mauricio Macri, que luego fue reducido durante el gobierno de Alberto Fernández a USD 1.000, en medio de la escasez de reservas.
Con el cambio, Argentina se posiciona nuevamente a la par de países como Brasil y Chile, donde el límite es de USD 3.000. En Colombia y Perú, el tope se ubica en USD 2.000, mientras que en Bolivia y Paraguay es de USD 1.000. Uruguay, por su parte, establece un máximo de USD 200, y en Ecuador los límites varían según la categoría de los productos.
El nuevo régimen no afectará al sistema de correo “puerta a puerta” operado por los correos oficiales, que tendrá modificaciones específicas en las próximas semanas. Tampoco se permitirá la importación de bienes restringidos como alimentos frescos, medicamentos o precursores químicos, que requieren autorizaciones técnicas.
Con esta flexibilización, el Gobierno apunta a dinamizar el consumo, facilitar la producción local y otorgar mayores libertades a los ciudadanos, justo a tiempo para el cierre de año.