El fin del Senado en Chile tiene fecha. La institución bicentenaria, símbolo del retorno de la democracia, morirá el 11 de marzo de 2026. Ese día, el órgano que contribuyó al sello de los acuerdos del Estado pasará a sólo ser parte de la historia. Así lo estableció la Comisión de Normas Transitorias de la Convención Constitucional que define los últimos lineamientos de este proyecto, el cual será sometido a un plebiscito el próximo 4 de septiembre.
A partir de esa fecha, el poder legislativo estará representado por un Congreso que se configurará en una Cámara de Diputados y una Cámara de las Regiones, siendo esta última el reemplazo del Senado. En concreto, funcionará como un “órgano deliberativo, paritario y plurinacional de representación regional”, con la facultad de dictar “leyes de acuerdo regional” y otras establecidas en el texto constitucional. Con 124 votos a favor, 10 en contra y 18 abstenciones quedó decidido.
Con 124 votos a favor, 10 en contra y 18 abstenciones @convencioncl aprobó fin al Senado a partir del 2026. pic.twitter.com/lqYDnQGY0O
— PIENSAPRENSA 346,6 mil Seguidores (@PiensaPrensa) June 14, 2022
Una complejidad innecesaria
“Esto es una complejidad que se incorpora a la institucionalidad. En general, el Senado tenía la posibilidad de representar a las regiones y fomentar la descentralización pero hoy no es tan claro, porque las atribuciones de la Cámara que remplazará al Senado son restringidas y hay materia importante sobre las que no podrán presentar iniciativas en material legal ni revisar”, asegura José Francisco Lagos, director ejecutivo del Instituto Res Pública (IRP), en entrevista con PanAm Post.
Argumenta que con el panorama incierto, “se entorpece el proceso legislativo en cuanto a su calidad y estará sujeto a las mayorías circunstanciales y no de justicia para los territorios”.
“No era necesario terminar con la institución. Se partió con información incorrecta, entre ellas que el Senado se demoraba en tramitar las leyes cuando era la Cámara. Esto tiene más razones políticas, como la incapacidad de la izquierda para lograr representación mayoritaria”, precisa el abogado en contacto con PanAm Post.
Obra de la izquierda
La historia le da la razón a Lagos. El entierro del Senado es obra de la izquierda. Sus convencionales reunidos en seis colectivos políticos – Partido Comunista (PC), Frente Amplio (FA), Escaños Reservados (EE.SS.), Colectivo Socialista (Col. Socialista), Independientes No Neutrales (INN) y Movimientos Sociales Constituyentes (MSC)- lo forjaron con sesiones que transcurrieron al interior de la antigua sede del Senado en Santiago cedida en acuerdo para el trabajo de la CC.
Es casi su venganza después de décadas sin ganar un curul. Desde 1990 ninguna de sus figuras llegó a la Cámara Alta. De ahí deriva la aversión. Ni los expresidentes socialistas, Ricardo Lagos, ni Michelle Bachelet como tampoco el actual mandatario, Gabriel Boric –los tres jefes de Estado desde entonces–ocuparon escaño en el Senado.
De hecho, la coalición original del presidente Boric sólo tiene solo 10% del Senado. Para el resto de los sectores políticos -varios de ellos contrarios a esta disposición de eliminar al Senado- el panorama fue y ha sido distinto.
En el caso de la Democracia Cristiana dos de sus principales representantes – Patricio Aylwin y Eduardo Frei- pasaron por el hemiciclo. Incluso, el presidente de la centroderecha, Sebastián Piñera también figura como senador en el primer Congreso de la democracia. La lista es larga.
“El camino avanza hacia un Chile plurinacional –aunque muchos no entiendan lo que significa o no sepan explicarlo– y con subsidios electorales y políticos a ciertos grupos o identidades, en claro perjuicio de la democracia representativa. El microclima constituyente avanza en una dirección diferente, a la espera de la resolución de los ciudadanos en el plebiscito de salida, que bien podrían validar el experimento o bien podrían oponerse a una propuesta que sigue avanzando semana a semana, paso a paso, sin vuelta atrás” afirma el historiador, Alejandro San Francisco en su columna.
Menos tiempo
Si la opción del Apruebo se impone al Rechazo en las urnas -hasta ahora en las encuestas está por debajo- los senadores que asumieron en marzo pasado sólo estarán en sus cargos por cuatro años en lugar de los ocho establecidos pero se les permitirá participar en los comicios de noviembre de 2025, donde serán elegidos los nuevos diputados y representantes regionales que ejercerán sus funciones desde el 11 de marzo de 2026 explicaron la presidente de la Convención Constitucional, María Elisa Quinteros y su vicepresidente, Gaspar Domínguez.
🔴#AlertaCHVAM | Mesa de la Convención Constitucional se refiere a fin del Senado en 2026
👉PlutoTV https://t.co/b6dNMb9VHt
📡Youtube https://t.co/a8RznCMrm2
📱Sitio https://t.co/JkS0RTKgPL pic.twitter.com/OZgZiD9pme— CHV Noticias (@chvnoticias) June 15, 2022
Para el 4 de julio se fijó la ceremonia de clausura y entrega del proyecto de nueva Constitución a Boric quien deberá al día siguiente publicar en el Diario Oficial la convocatoria para el plebiscito de salida.
El texto agrega que “de ser electos en los comicios celebrados en 2025 para ejercer como representantes regionales en la Cámara de las Regiones, será considerado como su primer período en el cargo” mientras que “los representantes regionales que integran la Cámara de las Regiones serán electos, por esta única vez, para ejercer sus cargos por el término de tres años”. La decisión depende de las urnas.