Familias en Acción es un programa de asistencia social creado en Colombia en 2001 por el entonces presidente Andrés Pastrana. Los gobiernos de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos continuaron con este programa. Durante su gobierno, Santos reformó Familias en Acción (FA) y cambió su nombre a Más Familias en Acción.
En el Panam Post le contamos cómo funciona Familias en Acción y cómo el establecimiento político se ha nutrido electoralmente de su implementación.
¿Qué es Familias en Acción?
El objetivo de Familias en Acción es “contribuir a la reducción, superación y prevención de la pobreza y la desigualdad de ingresos, a la formación de capital humano y al mejoramiento de las condiciones de vida de las familias pobres y vulnerables mediante un complemento al ingreso”. El público objetivo del programa son familias pobres, desplazadas y de comunidades indígenas con niños menores de 18 años. Se calcula que unos 2,7 millones de hogares reciben el beneficio de Familias en Acción.
El programa Familias en Acción ha cambiado a lo largo del tiempo. Sin embargo, en esencia sigue siendo el mismo. Familias en Acción es un programa de transferencias condicionadas (PTC). Los programas de transferencias condicionadas (PTC) son programas sociales que implican el desembolso de dinero por parte del Estado. Los desembolsos están condicionados al cumplimiento de ciertas contrapartidas por parte de los beneficiarios. Es decir, quien está interesado en recibir el dinero está obligado a cumplir con unos requisitos requeridos por el Estado.
Los pagos de Familias en Acción
En el caso de Familias en Acción, el gobierno colombiano se compromete a entregar un dinero a los beneficiados. Hay dos tipos de subsidios en Familias en Acción: subsidios de salud y de educación. El subsidio de salud se entrega por familia. Por el contrario, el subsidio de educación se entrega por cada niño de la familia parte del programa. En 2015, el subsidio de educación estaba ubicado entre 74.100 y 63.525$COP (entre USD $24$ y USD $21) bimestrales. Durante ese mismo año, el subsidio de salud se ubicó entre 58.225 y 47.650 COP$ (entre USD $19 y USD $15) bimestrales.
Para recibir los incentivos de salud, las familias deben comprobar que los menores de siete años asisten a las citas médicas de control de crecimiento y desarrollo. Los interesados en recibir subsidios de educación deben demostrar que sus hijos asisten al menos al 90 % de las clases.
De acuerdo con la investigadora Mónica Barrios, los receptores de Familias en Acción (FA) tienen obligaciones extra. Las familias receptoras del programa también deben asistir a encuentros y ser parte de una organización de madres.
Críticas a los PTC
Son muchas las críticas a los Programas de Transferencias Condicionadas. Algunas tienen que ver con su baja eficacia en la reducción de la pobreza y con la dependencia estatal que producen.
Otras de las críticas tienen que ver con temas políticos y electorales. De acuerdo a varios estudios, estos programas no reducen la pobreza, pero sí establecen una relación paternalista y clientelar entre el Estado y los ciudadanos receptores de los subsidios. En este sentido, los ciudadanos no encuentran una forma de mejorar sus ingresos por sí mismos, sino que empiezan a depender del gobierno de turno. Y al depender del gobierno de turno, buscan la continuidad del gobierno que les entrega estos subsidios.
Marco Manacorda encontró esta relación clientelar producida por el gobierno uruguayo y los receptores del programa PANES. Cristian y Grigore Pop-Eleches también demuestran lo mismo con un Programa de Transferencia Condicionada en Rumania. Finalmente, Cesar Zucco también demuestra una correlación entre los votos de Lula y los lugares donde el programa Bolsa Família fue implementado.
Familias en Acción (FA) y los votos del uribismo
Si bien FA fue creado durante el gobierno de Andrés Pastrana, Álvaro Uribe amplió su utilización. Por esta razón varios académicos han realizado estudios revisando su impacto. Académicos como Mónica Barrios, Oskar Nupia y Javier Báez, han analizado el impacto electoral de FA en las victorias electorales del uribismo.
Oskar Nupia descubrió que la coalición uribista aumentó votos donde se entregó Familias en Acción. Javier Báez realizó un estudio en el que descubrió que en las mesas donde había más receptores del programa, más votos recibía la coalición uribista.
Durante la campaña electoral de 2010, la coalición uribista dirigida por Santos decidió utilizar FA como arma electoral. En esta campaña política, el Partido de la U afirmó que el entonces candidato a la presidencia del Partido Verde Antanas Mockus acabaría con FA. A pesar de las múltiples aclaraciones del candidato Verde, el santismo-uribismo insistió en esta afirmación. Con el propósito de librarse de la guerra sucia que él mismo inició contra Mockus, Santos promovió convertir en FA en un “derecho constitucional”.
Juan Manuel Santos y Más Familias en Acción
Existe escasa literatura que analiza la relación entre la reelección de Santos con el uso electoral de Más Familias en Acción.
El Panam Post revisó datos, encontrando que en varios pueblos donde aumentó el número de beneficiarios de Más Familias en Acción, Juan Manuel Santos obtuvo un triunfo electoral incluso en primera vuelta.
En el departamento de Atlántico la tendencia es evidente: en pueblos como Manatí, Suan y Tubará, el gobierno Santos aumentó el gasto en Familias en Acción más de un 16 %. En los mencionados pueblos Santos ganó con más del 60 % de votos en primera vuelta.
El departamento de Córdoba, bastión de los cuestionados congresistas Bernardo Elías y Musa Besayle, fue ampliamente beneficiado por Familias en Acción. En este departamento 14 pueblos comenzaron a recibir dinero de Familias en Acción a partir de finales 2013. En estos pueblos, Juan Manuel Santos resultó ganador en Primera vuelta presidencial.
La tendencia también es clara en departamentos como Vaupés, Sucre, Nariño, Guaviare y Chocó. En los mencionados departamentos, el gobierno Santos aumentó el gasto en Familias en Acción en el periodo 2013-2014. Santos obtuvo importantes victorias electorales en primera vuelta presidencial en los citados departamentos.
En un departamento tan uribista como Antioquia, la tendencia es diferente. No todos los pueblos donde el gobierno Santos amplió el número de subsidios, Santos obtuvo una victoria. No obstante, varios de los pueblos antioqueños donde el gobierno Santos aumentó entre 2013 y 2014 más de 12 % su entrega de subsidios por Familias en Acción, Santos logró victorias electorales. Son los casos de Alejandría, Apartadó, Caracolí, Carepa, Cisneros. Obtenidos estos resultados, valdría la pena continuar explorando el tema.
Conclusión
A pesar de la propaganda del establecimiento político colombiano, el programa Familias en Acción sirve como herramienta electoral del gobierno de turno. Varios autores estudiaron en fenómeno durante el gobierno de Uribe, encontrando que Uribe se nutrió electoralmente del programa. El PanAm Post revisó los pueblos donde Santos aumentó el gasto en Familias en Acción. Luego de obtener estos datos, los contrastamos con los resultados electorales de Santos. Encontramos que en varios lugares del país la correlación es evidente.
Programas como Familias en Acción hacen a los más pobres clientes electorales del gobierno de turno. Al establecimiento colombiano le conviene el asistencialismo. A los colombianos más pobres, no. Los más pobres del país no necesitan regalos del establecimiento. Por el contrario, los más pobres necesitan la oportunidad de trabajar y emprender sin tantas trabas estatales.