El vicepresidente de Venezuela Tareck El Aissami admitió la acusación que hizo el secretario general de la OEA Luis Almagro sobre los activos que le fueron congelados en Estados Unidos.
Durante su alocución, El Aissami amenazó con demandar a Almagro pero no desmintió la cifra de los 3000 millones de dólares.
El vicepresidente negó que el monto confiscado le pertenezca pero al hacer mención a la cifra no la desmintió.
Almagro presentó un informe sobre Venezuela el pasado 21 de marzo en la OEA, en el cual detalló por qué es necesaria la aplicación de la Carta Democrática sobre el gobierno de ese país. En ella reveló que la cifra confiscada al vicepresidente El Aissami es equivalente “a la mitad del costo de las importaciones de alimentos del país en el 2012”.
El Aissami, al insultar sin contemplaciones a Almagro, durante un acto multitudinario en Caracas, dijo: “Me acusó a mí, y que no es a mí, es al gobierno, a la revolución, al pueblo que supuestamente se me congelaron 3.000 millones de dólares, pero lo lanza así al mundo y mucha gente le cree”.
Luego de dicha afirmación, el funcionario chavista dijo que demandará a Almagro ante instancias internacionales, por difamación.
Según el Departamento del Tesoro estadounidense, El Aissami ejercía control sobre aviones que despegaban desde una base aérea venezolana, además de controlar las rutas de la droga que salía por puertos venezolanos.
El Aissami también está vinculado con la coordinación de envíos de droga a Los Zetas, el violento cartel de la droga mexicano, además de suministrar protección al capo de la droga colombiano Daniel Barrera y al narcotraficante venezolano Hermágoras González Polanco, quien también fue mencionado en el caso de los “narcosobrinos” de la familia presidencial de Venezuela.
“Hemos congelado activos, decenas de millones de dólares en activos que tendrán un impacto muy grande para El Aissami y su entorno”, declaró el secretario del Tesoro de EE.UU., Steve Mnuchin.
El Gobierno estadounidense, a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC por sus siglas en inglés), prohibió a ciudadanos estadounidenses transacciones con ambos acusados.